Santana:
Auspiciado por el Laboratorio de Cine y el
Audiovisual de Venezuela, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía y la
participación de La Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, la
Fundación para las Artes de la Alcaldía de Libertador. (FUNDARTE) y la Universidad Nacional Experimental de las Artes. (UNEARTE) se
realizará en los últimos días del mes de marzo El I Encuentro de Guionistas de Venezuela
cuyo temario de discusión se resume
en tres aspectos fundamentales:
1- ¿Interpretan
nuestros guiones el imaginario
nacional? ¿Son las historias de nuestro
cine y televisión historias venezolanas?
¿Nos devoran las influencias y modelos
en la preparación de nuestras historias ?
2- El
guion como propuesta de insurgencia necesariamente plegada a las exigencias y cualidades del cine de bajo presupuesto.
3- Los
derechos de autor y los horizontes laborales
y derechos sociales del guionista
en Venezuela y su situación actual.
(SACVEN, SAPI, ABICINE, Ministerio del Poder Popular para la Cultura.)
Uno de los grandes motores de este
importante encuentro es el dramaturgo Rodolfo Santana, un hombre que se ha caracterizado
a lo largo de su carrera por una preocupación constante de organización y de
buscar vías que permitan la organización de los creadores en organizaciones o
instituciones que trabajen en la consolidación de la expresión creativa del
país. Es por ello transparente al manifestar su entusiasmo frente a la
respuesta que ha obtenido dicho evento.
_Se han
recibido más de 30 ponencias. Yo no creía que iba a tener un nivel teórico tan
importante.
_ El cine ha tomado una presencia
importante
_ Lo que
están pensando y reflexionando los
creadores está muy por encima de lo que se está haciendo y no podemos obviar
que nosotros aquí tenemos un aislamiento conceptual y estético muy grave. No
recibimos de la cinematografía sino lo peor del cine norteamericano. Un 99%.
Cuando tu quieres ver y saber sobre la cinematografía del resto del mundo son
como pequeñas isletas
_ Tu no crees que generalizar también nos
desubica de un contexto real. Nosotros no podemos obviar que ahora cuando
recientemente se acaban de entregar los Oscar, hay unas películas
norteamericanas muy buenas. Hay una película genial como Media noche en París de
Woody Allen, que es una obra maestra. ¿Cómo podemos percibir eso? Y claro que
como en todo hay películas malas pero también hay cosas muy buenas
_Nadie lo
niega, pero yo te estoy hablando de un ciclo, de una industria que es al mismo
tiempo un propósito cultural, un propósito ideológico. Entonces eso está allí
sobre nosotros año tras año, día tras día. No solamente está Woody Allen están
una serie de realizadores que son brillantes, pero yo te hablo de un sistema
que no nos deja ver el cine como corresponde. El cine es un espejo de los
pueblos, no te lo digo yo, lo dijo Norma Aleandro un día, entonces, ¿Cuál es el
espejo de la India que produce más de mil películas al año? ¿Cuál es el espejo
de Francia o de España? Nosotros eso no lo conocemos. Creo yo, bueno eso es
como que si solo leyéramos traducciones de autores norteamericanos en el campo
de la literatura, pero qué pasó con Moliere por ejemplo. Me refiero a que hay
un embudo que nos angosta en el campo de la producción cinematográfica y en eso
tienes que estar de acuerdo por mucho que admiremos ambos a Woody Allen.
_ Bueno, Woody Allen por nombrarte uno o a
Clint Eastwood, o cualquier otro de tantos…
_ O a
veinte más, pero eso no es equivalente a toda una industria norteamericana.
_Como buena industria, esa o cualquier
otra su objetivo es colocar su producto y arropar. Yo creo que la verdadera
esencia de este tema es que tenemos que vernos nosotros y plantearnos que si no
queremos sentirnos arropados por la industria de otros, entonces tenemos que
crear la propia, preguntarme cómo, partiendo además de eso que decías que el
cine es un espejo de los pueblos.
_ Lo
primero es reconocer nuestros valores y la importancia que tienen las visiones
que nosotros lancemos sobre nuestros paisajes, paisaje geográfico, paisaje
humano, paisaje histórico y no me refiero con esto a que es que tenemos que
hacer obras históricas
_ No
claro, estás hablando de nuestra historia como pueblo…
_ Claro,
de un lenguaje que te permea, que te da una dimensión. A eso me refiero, porque
qué pasa, el cine norteamericano ha ubicado ciertos patrones dentro de la
creatividad de nuestras propias historias. Hay como un diapasón, una especie de
ritmo interno que nos condiciona nuestra expresión. Esos son problemas que hay
que formular, que hay que plantearse, para lograr definir nuestra
territorialidad, lograr inclusive una visión distinta en el campo del
tratamiento de la narrativa cinematográfica. Por ejemplo a nosotros, pienso yo,
que nos importan más los personajes que sus historias, menos que el propósito
del cine norteamericano que va más allá, va hacia la acción, hacia las tramas.
Hay como una especie de división de los propósitos aristotélicos. Unos dicen
que en Europa se le da mucha importancia al trabajo de los personajes sobre la
acción y los gringos es todo lo contrario, tanto es así que se ha llegado a un
punto en que la acción bordeada de efectos especiales llega a ser la expresión
cinematográfica, no en todas las películas, pero en muchas.
_ Eso a lo que estás haciendo referencia creo
que es precisamente el reflejo de una sociedad, para mi el valor está no en
manifestar mi desacuerdo en como ellos hacen su cine porque esa es su forma de
expresión, yo creo que la verdadera pregunta es, entonces ¿Cómo podemos
nosotros acercarnos a nuestra propia industria? ¿Cómo podemos hacer un proceso
de introspección? Porque en el caso del teatro, por ejemplo, hay grandes
autores norteamericanos como O´Neill o Tenesee Williams, grandes autores que
nos sirven de referencia para estudiar sus procesos y ver como ellos se acercan
a sus personajes, a las situaciones y uno entenderse a su vez, cuan cercano o
cuan distante está de sus planteamientos y descubrir uno su propio lenguaje,
entonces, en el cine no deberíamos conducirnos a lo mismo?
_ Bueno,
yo creo que primero hay que conocer el problema, ver las influencias que
tenemos. Como dice Harold Bloom las influencias no matan, pero pueden
envenenar, el otro era Bertolt Brecht que decía que las influencias son muy
buenas y uno deben inclusive robárselas, lo importante es que no se note el
cadáver. Hay que ubicarse de manera profunda en el sentido de la
territorialidad. Eso implica una importante re-elaboración de la narrativa
cinematográfica, porque vas a arrancar de un trabajo donde las ideas pasan a
ser un punto importante y nosotros le damos poca importancia al surgimiento de
las ideas. Como dice el dicho anónimo: uno sabe cuantas semillas hay en una
manzana, pero uno no sabe cuantas manzanas hay en una semilla, entonces, aquí
las ideas en nuestros narradores cinematográficos, en nuestros guionistas son
poco desarrolladas, no hay metodología para hurgar a fondo dentro de las ideas
hasta tener bien precisado su contexto, su naturaleza, su poética interna, si
no que buscamos sobre todo sonoridades, buscamos conflictos obvios ante que
buscar lo profundo, hurgar la causalidad. Nuestro cine tiene mucho de
casualidad, mucho de improviso, mucho de Deus ex machina y no debe ser así, pienso
que hay que trabajar muy bien sobre lo que vamos a decir. Dándole importancia
tanto a lo que decimos como a lo que no decimos, Ese es el propósito del
encuentro. Primero que todo ¿Te acuerdas cuando fundamos el Círculo de
Dramaturgos de Venezuela, que ninguno nos conocíamos, porque cada uno trabajaba
por su lado
_ Si,
aislados…
_ A partir de allí se produjeron tres encuentros, dos de carácter nacional y
uno internacional. A partir de allí la dramaturgia venezolana se disparó como
nunca antes. Se logró un grupo coherente de dramaturgos que pensaban de forma
similar o que discutían. El hecho de reconocernos, de olernos, de sentir que es
lo que nos pasa es muy importante y sentir como pensamos, porque tampoco nos
hemos reunido a ver qué pienso yo, que digo yo de mi trabajo como guionista y
que dice el otro. Nos quedamos muchas veces en el hecho de que uno ve una
película y dice no me gusta y hasta ahí. Entonces es necesario encontrarnos,
reencontrarnos, plantearnos cual es la posición del guionista dentro del cine
nacional que tiene un país como muy lateral.
_
Justamente, ¿De qué forma piensas que se
puede abordar el hecho de que el escritor es relegado por el protagonismo del
director?
_ Mira, eso se enfrenta de la misma manera cómo lo
enfrentaron los guionistas norteamericanos en la huelga que hicieron frente a
la industria y que la paralizó, porque al principio dijeron, que eso no
aguantaba y al final la industria tuvo que conceder ante sus solicitudes,
inclusive ante el tema de los créditos y el respeto porque no es aquí, también
es en España, allí hubo una época en la que los escritores eran la colita del
ratón. Ahora no. Tenemos un proyecto donde se desplaza al director como
estrella y se ubican equilibrios. Se le da importancia al guionista dentro de
la factura creativa de la película, porque la tiene. Un ejemplo de ello son
todas las películas de Buñuel, está él pero está Carriere, está Rossellini con
la película “Roma ciudad abierta” cuyo guión fue trabajado por Federico Fellini
y Sergio Amidei, lo que demuestra que hay grandes guionistas que se unen. De
eso se trata de unirnos. El dicho que dice que en la unión está la fuerza no es
una mentira. Tenemos que hablar de los derechos laborales de los guionistas, de
la suma que debe costar un guion. Un guion no puede costar menos que una semana
de trabajo de un técnico cuando están filmando. No puede ser que un director
con un buen guion es capaz de conseguir un éxito económico extraordinario y es
incapaz de asignar un royalty al guionista. Dentro de su trabajo la parte
económica del guionista es muy importante, así que allí va a estar Sacven, va a
estar Sapi para explicarnos de que se
trata este tema. Queremos inclusive dentro de la misma ANAC formar una alianza
de guionistas. Debemos sentar las bases no sólo para empezar un proyecto
creativo sino un proyecto de conquista, en lo social, en lo laboral. Esto es un
poco lo que mueve al Consejo Nacional Autónomo de Cinematografía que dirige
Juan Carlos Lossada. Acaba de salir un reglamento impensado que hay que
comparar con el de otras instituciones en Europa. No hablemos de los Estados
Unidos donde no existe un reglamento que sea considerado como un apoyo sustantivo para el creador
cinematográfico, para el guionista, hay que dar una visión de avanzada. Esa
lucha que se da en el campo legal a través del CNAC y la Ley de cine que va a
ser reacomodada implica que el piso jurídico tiene que sustentar lo creativo.
_ ¿Ese es
el piso legal pero dónde queda y como se van a manejar en este caso dos aristas
muy importantes el ego de los directores que están acostumbrados a llevar sobre
sus hombros el protagonismo y por otra parte el acceso de los guionistas a
quienes les sucede lo mismo que a los dramaturgos en el teatro, que si no es
uno mismo quien dirige su guion no hay quien lo haga?
_ El problema menor son las manifestaciones egoístas
que llegado el momento tienen que ver lo importante y lo válido de la
generosidad creativa, cuando la posibilidad se abre para muchas personas, se
amplía el campo te demuestra que hay que buscar a los creadores, incentivar a
los jóvenes a que se metan a guionistas y pongan allí el alma, hay que
incentivar la búsqueda de proyectos concretos creativos. Meter al CNAC un
proyecto de guion que pague. Que se empiece a generar una discusión y una
práctica creativa intensa. Eso es lo que queremos con el encuentro que haya una
participación importante del cine nacional, de nuestros directores, de nuestros
guionistas, de las directoras realizadoras. Yo recuerdo que la búsqueda de
ponencias cuando aquel encuentro de dramaturgia fue cuesta arriba porque nunca
les habían pedido que participaran, ahora no. Han llegado más de treinta
ponencias, lo cual es mucho y estamos viendo como se va a hacer.
_ ¿Ustedes
han dado guía para el tema de las ponencias o ellas han surgido de la inquietud
misma de los creadores?
_ Discutimos entre factores como la Anac, guionistas,
etc., los puntos del temario. Nos importan la formación y la creatividad,
porque hay que hablar del cine de bajo costo que es nuestra realidad. En el
campo de la formación que sucede con eso, como es la preparación de los
guionistas. Muchas películas no se hacen por su alto costo hay que pensar con
la creatividad de la restricción. Estos son los primeros pasos de otros
proyectos que salen más adelante. A partir de aquí Román Chalbaud y yo
empezamos a idear cosas, él va a dar un taller que se va a llamar Román por
Román, sobre sus películas y después lo haremos con otros directores. Eso me
parece muy valioso. Yo pienso que es la asociación de ideas es la que genera
ideas nuevas.
_ ¿A qué
público en concreto va este encuentro a los de mayor o menor experiencia, o a
todos?
_ Este encuentro va dirigido a todos, inclusive hay
una sección que se llama Apuntes que son ponencias de personas que de pronto
quieren decir algo y por otro lado el encuentro está abierto para oyentes
inscritos y al asistir a las tres sesiones reciben un certificado de asistencia
porque buscamos participantes consecuentes. Creo ante la solicitud de oyentes
que no vamos a tener la capacidad de recibirlos a todos, vamos a estar en la
Sala Ana Julia Rojas que tiene una buena capacidad, pero el interés ha sido
increíble.
_ ¿Cómo se
van a concretar posteriormente estas participaciones?
_Después vamos a publicar un libro a través de
Fundarte sobre estas reflexiones y entrevistas. Va a ser un libro importante.
Por otro lado vamos a hacer un documental donde queremos reunir a los
dramaturgos. Un documental en partes donde la idea es hablar con
participaciones temáticas sobre estructura, personajes, etc. Que pueda servir
como elementos de sustento para talleres de dramaturgia. Por otra parte creo que es muy importante
aterrizar todo y llegar incluso a las comunidades
_¿ Cómo
deben confluir las distintas organizaciones dedicadas al cine, en nuestro país?
_Creo que hay que trabajar en conjunto La Villa del
Cine, Amazonia Film, Cinemateca, con las Escuelas de cine. Va a llegar un
momento en que tendremos que avanzar hacia las universidades, hacia las
escuelas de comunicación social para replantear el proceso de formación.
_ ¿Este es
un planteamiento que avanza o es sólo una propuesta teórica?
_ Eso va hacia delante porque se han venido haciendo
asociaciones y vinculaciones importantes entre instituciones, de encuentros, de
interdependencia. Hay situaciones como que entre el Cenac y UNEARTE se
estrechan cada vez más los vínculos. Eso es lo que te genera propuestas
organizadas y actitudes coherentes.
_ ¿Como ves
la posible proyección de una industria?
_ Yo la veo muy bien. Hay que vencer los retos, las
fallas, reconocer las fallas es el primer paso hacia el mejoramiento, hacia un
tiempo mas propicio y alentador. No podemos estar quejándonos. En este momento
el único factor que es libre, independiente que no es sujeto del mercado es la
creatividad. Está bien hay quienes la ponen a la orden del mercado pero eso es
así y la creatividad como tal es libre. Siempre será libre y eso hay que usarlo
para investigar en nuestra naturaleza, descubrirnos, vernos la planta de los
pies para ver que huella dejamos.
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