domingo, 21 de agosto de 2011

Roberto Lovera De Sola:

MI GRAN SECRETO ES LA CONSTANCIA, EL INTERÉS Y LA PASIÓN POR LAS COSAS DE LA VIDA
Entrevista realizada por: Inés Muñoz Aguirre



Hay imágenes que van y vienen en nuestra memoria, Roberto es una de ellas. En cada estreno que realicé como directora de teatro, se esperaba su llegada. Critico respetado, como pocos.  Con su poblada barba negra transitaba todos los espacios de nuestros ya viejos centros culturales.  Eran los años 80, cuando bordeando mi adolescencia casi recién abandonada en manos de mi título universitario, descubría en aquellos escenarios que la crítica no todos la asumen con el compromiso y la seriedad que debe caracterizar dicha labor.
_¿Qué te ha diferenciado como crítico?
_Yo he intentado siempre ser un crítico ecléctico. Nunca he sido un crítico de una escuela estética determinada, sino una persona que se pone ante los libros y los lee y los comprende. Y deja que los libros hablen por si mismos al corazón del lector. Para mi leer y escribir es un acto de amor. Creo que hay una erótica de la lectura. En el mismo sentido de lo que puede ser el erotismo, de tal manera que si no hay eso es por lo que vemos a unos críticos muy fríos, especialistas que no logran penetrar en el alma de la literatura.
_¿ Como se puede diferenciar la inclinación hacia la crítica y no hacia la escritura?
_Bueno, yo siempre he pensado que un crítico es un escritor. Un escritor que interpreta las obras literarias. Hay quienes hablan que el discurso de la crítica es el discurso segundo y que el discurso primero es el del creador, pero un crítico sin imaginación, sin fantasía, sin sensibilidad literaria, termina siendo un muy mal crítico y de esos hay muchos.  Uno tiene que ver más allá de cómo se construye un verso, hay que ver las pasiones, los amores, los no amores, todo un mundo que es la sensibilidad.
_¿En qué momento surge en ti el interés por la crítica?
_Yo ya tenía una inclinación hacia la crítica literaria, fue una cosa que me surgió como natural. En los últimos años de bachillerato, ya yo escribía. Escribía críticas que no se publicaron nunca. Recuerdo que mi mamá entraba a mi cuarto y agarraba todos aquellos papeles, seguramente muy mal escritos y una vez me dijo, tú tienes una inclinación hacia la crítica.
_Tu oficio, es también de disciplina. ¿Cuántas horas lees al día?
_Leo tres horas todos los días. Generalmente entre 6 y 30 a 9 de la mañana, dedico un rato a cada libro, porque leo varios libros simultáneamente.
_¿Además de las cuatro horas que dedicas a la lectura, cuantas dedicas a escribir?
_Dedico tres horas de trabajo continuo, solo me paro a servirme café, tomo agua, camino en el apartamento. Eso es lo natural, pero sabes que hay trabajos que le quitan a uno mucho más horas, estas en un tema que te apasiona y te puedes pasar días en eso.
_¿Cómo ves ese acto de trabajar?
_ Siempre peleo ese mandato de que el trabajo es un castigo. El trabajo no es un castigo, es lo más bello y creador que hay en el mundo. Claro trabajar por pasión, por amor es lo mejor. Un cirujano tiene que gozar operando y dándole la salud a una persona.
_Entre los aportes de un crítico, podríamos hablar de que ayuda al escritor a descubrirse a sí mismo?
- Si. Una de las cosas más bellas que me han dicho, me la dijo Milagros Mata Gil, que es una de las grandes novelistas nuestras, y fue que gracias a mi lectura  de su obra había descubierto cosas que ella no me imaginaba.

DE CRITICO Y LECTOR
_¿Cómo ves la literatura venezolana?
_Yo nunca he estudiado la literatura venezolana fuera del contexto de la universal, desde nuestros tatarabuelos, desde los griegos; porque si no hay muchas cosas en nuestra literatura que no se explicarían correctamente.
_Cuando decides leer tienes un esquema predeterminado para hacerlo en cuanto a qué tipo de texto deseas leer, de dónde, qué tipo de autor?
_Para leer no. A mis 65 años hay temas que son fundamentales para mí como lo son en la literatura venezolana el cuento, la novela, el ensayo y la historia de Venezuela. Casi todo lo que se publica yo lo leo. Hay temas que me obligan a parar un libro que estoy leyendo porque sale uno nuevo que se coloca sobre el tapete. Siempre lo que recién sale te trae cosas muy importantes. Claro el tema me tiene que gustar, apasionar, pero yo no me predispongo sino que dejo que el libro me hable. Mis libros están todos rayados, llenos de anotaciones a los lados. De tal manera que por eso no me gusta prestarlos porque es como que si prestara un fichero y con ese material es con el que yo trabajo después.
_Siempre hay algo que me ha llamado la atención, la capacidad que tienes de contar, el centro de un libro, su historia, los detalles más importantes de su argumento ¿Aparte de la buena memoria, se debe a esa disciplina con que lees?
_Si, si. Esa es mi forma de hacerlo. Independientemente de que hay temas que te apasionan más que otros.
_¿Cuál es tu gran tema?
_Mi gran tema es el amor. Por otro lado desde el punto de vista histórico y biográfico asumo que hay que defender a los inocentes, que en Venezuela hay tantos. Inocentes preclaros.
_¿Cómo abordas el texto de la literatura creativa o de ficción?
_En el caso de la literatura de creación hay que dejarse llevar por el escritor. Las claves de la obra de un escritor están en el propio texto, hay que saber buscarlas. Yo siempre he defendido mucho la crítica. Mi gran tarea y si se puede decir mi contribución es que haya un pensamiento crítico tanto en la literatura como en la historia de Venezuela.
_Una vez que asumes la crítica, cómo es tu acercamiento con los escritores?
_Yo tengo gran amistad con muchísimos escritores porque conversar con ellos es importantísimo para entenderlos, yo me separo cuando me encuentro con los que quieren que tu escribas lo que ellos quieren que tu opines de sus libros. A mí me pasó una vez con un historiador muy connotado que después que escribí sobre su trabajo é se dedicó a insistirme en lo que yo no había dicho. El valor de la crítica es precisamente tener una opinión defendida que no sea traída por los pelos, ni producto de odios y animadversiones porque entonces la crítica no tiene validez, ni peso.
_¿Si tuvieras que emitir una conclusión sobre el trabajo que realizas, cuál sería?
_Dice Ortega y Gasset que cuando coinciden vocación y oficio, las dos cosas, eso es algo perfecto. Yo lo dije una vez en un día muy especial de mi vida que yo he cultivado el interés intelectual como una vocación religiosa. De tal manera que a veces me comparo con los monjes de “En el nombre de la rosa” que cuidaban los manuscritos.

AQUELLOS TIEMPOS
Un tono sepia puede atrapar la imagen de mi entrevistado, porque es un color que nos conduce a detenernos en la estampa que nos queda de la familia, de las buenas costumbres y modales, de los valores.  Hacer esta entrevista es tener esa vieja postal en la mano de donde se desprende a color apasionado un hombre: Roberto Lovera De sola. Ante el hombre educado, no podemos dejar pasar el tema de la familia.
_El hogar es una base muy importante, en el que se define el camino a seguir…
_Si, tienes razón. Yo tengo dos pasiones, la literatura y la historia, porque yo soy el hijo de la mejor escuela que tuve en mi casa. Mi madre era escritora y mi padre, un hombre de negocios pero un grandísimo lector de historia, además de que tenía un gran sentido de la política. Tuve un mundo riquísimo en mi infancia, unos padres maravillosos. Hoy en día que ellos ya murieron, no hay un día que no piense en ellos, incluso muchas veces.
_¿Cuántos hermanos tienes?
_Fuimos tres niños amados. Tuvimos unos padres maravillosos, comprensivos, cálidos. Es más teniendo tres adolescentes en los difíciles años 60, cambiaron por amor, para poder entender ese mundo de nosotros. Los adolescentes de los sesenta no tenían nada que ver con los padres de los 40 y menos con los abuelos de principios de Siglo. El año 68 por ejemplo, fue decisivo para el mundo entero, el Mayo Parisiense y la Primavera de Praga, las dos cosas. La caída del socialismo empezó en Praga, esa primavera también surge una nueva conciencia apasionada del vivir que fue lo que sucedió en París. En esa época yo tenía 22 años. Ya en ese año estaba en la universidad porque me había graduado de bachiller en el 66.
_¿Recuerdas en esa influencia que ejercieron tus padres, que acciones tomaban para incentivar en ustedes el interés por las artes?
_En aquellos años 50, teníamos un ritual los domingos, íbamos a misa y después íbamos al concierto del Municipal a oír la Sinfónica Venezuela, a la Opera, al Ballet o a la Zarzuela.
_¿Hay una característica especial con la que identifiques el matrimonio de tus padres?
_Mi papá era católico practicante con dos tíos sacerdotes y mi mamá judía practicante. En un matrimonio de dos religiones nosotros somos hijos de la tolerancia, todo lo judío tiene que ver con nosotros y todo lo católico tiene que ver con nosotros. Yo creo que el más creyente de los tres soy yo, y soy humanista cristiano.
_Asomaste la imagen de tu madre en la puerta de tu cuarto para saber que estabas leyendo. ¿Cómo me puedes describir esa imagen?
_Mi madre era una persona que por un lado era muy dulce pero mi definición de ella es que era una barra de hierro cubierta de terciopelo. Mi mamá era una mujer fuerte, de esas mujeres fuertes que describe la biblia. Mi papá encontró un tesoro en ella. Era dulce, culta, una gran feminista. Con tan solo 19 años en 1935, trece días después de la muerte del general Gómez, participó en una serie de  actividades a favor de la mujer. Todas las mujeres compañeras de mi mamá, las vi toda la vida reunidas en mi casa, eran como mis tías. Me llamaban como me llama mi familia, Roberto José. Y el gran cómplice de todas las aventuras de mi mamá fue mi papá.
_Hablabas de que ellos realizaron cambios contundentes para poder abrirle el camino a sus hijos, eso indica que eran un matrimonio de avanzada…
_Ellos tenían una historia muy curiosa, leyeron mucho sobre el matrimonio y la sexualidad. Algo que en ese entonces no existía, era inimaginable, antes de casarse. Contaban que la mamá de mi mamá se puso muy brava.  Mi papá era un gran lector de William Stekel un gran discípulo de Freud. En su biblioteca están todos sus libros, era una figura muy connotada del sicoanálisis. En el momento en que se casaron mi mamá tenía 28 años y mi papá más de 30. Los dos trabajaban. Mi mamá fue la única mujer de su familia, en su generación, que trabajaba. Había otra perspectiva. Ella intervenía mucho en los negocios de mi papá, el había cosas que no hacía si antes no le consultaba.
_¿Cómo describirías a tus hermanos?
_Tengo dos maravillosos hermanos. Ella es abogado y el es sociólogo con un doctorado en arquitectura. Primer sociólogo que se gradúa de arquitecto en la UCV. Siempre se ha adelantado a muchas cosas, incluso el título de uno de los libros de mi hermano Alberto es la “Reconversión Universitaria”. Muy intelectuales ambos. Mi hermana es una gran estudiosa de las cuestiones jurídicas, incluso escribe y ha traído una nueva especialidad en el derecho de familia en Venezuela. A su vez son grandes lectores, con grandes bibliotecas en cada casa.
_¿Y la generación de relevo? 
_ Nuestro mundo afectivo familiar es extraordinario. Tenemos tres vástagos, mi hija Beatriz Eugenia que es la mayor; y los dos hijos de mi hermana: Verónica y Alejandro. Ellos son los hijos de los tres. Somos muy pocos del lado de los Lovera, tenemos un solo primo hermano, pero de lado de los De Sola si tenemos muchísimos primos.

ESCRITORES DE UNA TIERRA
_ En tanto descubrir a través de la lectura. ¿Cuáles son los personajes qué más admiras?
_ Mis tres personajes son Bolívar, Miranda y Bello. Tres personajes ligados a la Independencia que he estudiado muchísimo y a quien hay que dedicar mucho tiempo para poderlos conocer, porque hay que ver, Bolívar escribió diez mil cartas, Miranda dejó un archivo de 24 tomos y guardaba cuanto papel le llegaba. Miranda tenía una dimensión que en Venezuela no han descubierto. El era un erudito, era un intelectual no sólo en la política, para mí era el más grande helenista en la América Latina del Siglo XVIII. Hablaba griego perfectamente, sus anotaciones en los márgenes de los clásicos griegos están escritas en griego.
_ ¿Cómo surgieron Los Círculos de Lectura y las tertulias que diriges y que están contribuyendo a abrir el camino a nuevos escritores?
_Eso surgió un poco de mi colegio La Salle. Nosotros teníamos ahí Círculos de Estudio, donde estudiábamos muchas cosas como el Marxismo, el Concilio Vaticano Segundo, la Teoría de la Liberación. Después con los años tuve una amiga que ahora vive en La Victoria, Yolanda Ramón, que cuando nos conocimos ella tenía el grupo Tarima y después formamos otro que incluso funcionó en mi casa, de allí surgió el de la Fundación Herrera Luque y de allí surgió el otro Círculo que se llama Los tertulieros se reúnen, que es para promover la lectura. Después, gracias a María Elena Lavaud entré a Globovisión a esa sección que suelo hacer y también he estado en la radio con ella.
_¿Como seleccionas los textos que serán presentados?
_Trabajo mucho leyendo originales. Eso forma parte de mi trabajo, he ayudado a corregir obras. Hay mucha gente escribiendo. Las crisis de las editoriales del Estado han hecho que vuelvan las ediciones personales. En las comerciales, aunque toda editorial es comercial andan buscando los que más venden.
_¿Cómo es que tanto escritor joven entra en contacto contigo?
_El que me escribe yo le contesto. Por otra parte, todos los sábados me reúno con mis grandes amigas, dos artistas, una de ellas es una cantante que es Julia Carolina Ojeda y una bailarina clásica que es Johanna Fernández. Dos seres amados de mi corazón que no se cómo sería mi vida sin ellas. También está mi primera amiga Mirenchu Calvo. Nos reunimos para leer.  Escuchamos. Recibimos escritores. Ese es mi mundo, el de los escritores, los artistas, la opera el ballet clásico. Todo lo relacionado con el arte.
_¿Cómo ves el movimiento literario en el país?
_A pesar de la inmensa crisis y por la misma crisis que vivimos, la literatura venezolana está viviendo un momento luminoso del lado de los disidentes. Obviamente, porque es donde está la literatura que es crítica de la sociedad.  Del otro lado sólo hay elogios y la literatura que no sale de las entrañas, de las vísceras, no es veraz, Hay una escritora nueva, Helena Arellano, muy estupenda que dice que uno escribe desde la herida. Esos son los libros verdaderos. Es curioso lo que sucede en la actualidad, porque por ejemplo, se habla tanto del Libertador en estos años y producto de eso no ha salido ni un solo libro que valga la pena. De tal manera que sí estamos en un momento luminoso. Hay una nueva generación de escritores que han ido pasando en los Círculos de lectura que dirijo, donde ves gente entre los 40 y los 50 años que tuvieron tiempo para crecer, estudiar, para vivir y poder escribir bien. El número de obras que nos han dado es muy importante.
_¿Quienes son a tu entender los escritores más importantes del momento?
_Para mí los grandes novelistas de hoy en día son Ana Teresa Torres y José Balza. Hay algunos de la vieja generación. Podría nombrar un libro como “La flor escrita” de Carlos Noguera que es algo estupendo.
_ Ese movimiento que se ha dado en lo literario, también se ha visto en otras áreas como el teatro
_Si. El teatro también ha tenido una gran tarea, han abierto espacios viviendo de la taquilla porque los subsidios ya no existen, se los quitaron a todos. Por otra parte se han dado situaciones como que Héctor Manrique tiene juicio en un tribunal por parlamentos de obras que todo el mundo ha aplaudido. Lo cierto es que el teatro tiene que ser crítico de la vida. Allí también están surgiendo nuevas generaciones, los jovencísimos son los que estuvieron en La Ola, la pieza sobre el fascismo y ahora el grupo que está haciendo el festival Tenessee Williams, Ahí hay mucho talento.
_¿Crees que estamos testimoniando con el rigor necesario lo que nos pasa?
_En parte si y muy bien. En otra parte no, porque eso que llaman los escuálidos son un grupo de gritones de esquina, que viven inventando cosas y que incluso la guerra sucia que el gobierno les hace y lo que les dice, los hace reaccionar. Yo soy un disidente desde el 4 de febrero. Me acuerdo cuando mi hija me llamó y me dijo:  Papi, aquí hay una batalla. Ella vivía a cuatro cuadras de La Casona. Cuando sacó el teléfono por la ventana para que yo oyera lo que estaba pasando yo me volví anti chavista, no por Chávez, sino porque efectivamente la democracia venezolana tenía grandes problemas pero ese no era el camino para resolverlos.

DONDE COMIENZA LO POLITICO

_¿La intelectualidad de un país puede estar desligada de lo que sucede?
_Nunca, incluso esa gente que dice que no le interesa la política están dando una profesión de fe política, y menos en América Latina. La preocupación por el contexto es obligatoria. A mí me interesa el conocimiento de los hechos políticos que hoy en día son riquísimos.
_¿Cómo estás participando en los procesos que estamos viviendo?
_Soy miembro de la mesa de la Unidad Democrática y no solo en el sentido de lo cultural que se formó hace dos meses y que espero que pronto circule un documento que escribí para su instalación. Yo me siento un militante político, nunca iría a un mitin a pegar gritos, pero puedo hacer análisis, planteamientos. Ese soy yo. Yo creo que Venezuela está viviendo en este momento un hiato.  Yo creo que lo que estamos viviendo en este momento no es Venezuela. Nosotros somos un país democrático, incluso lo hemos sido dentro de las dictaduras porque nuestra psiquis es democrática.
_¿Cómo nos ubicas dentro del contexto mundial, crees que la historia es cíclica?
_No, yo no creo que la historia sea cíclica ni que se repita, lo que sucede es que con lo que nos está pasando vivimos como en la época de la caída del muro de Berlín. La ola democrática de África es eso. Ahora todos estos muchachos que están empujando, incluso con grandes sacrificios en Libia, son los que han salido a estudiar a Europa y a Estados Unidos y han visto esas democracias. Aquí estamos atrasados completamente, ante la complejidad del mundo que estamos viviendo en el Siglo XXI.  Eso se ve con claridad cuando uno entra en Internet y lees LeMonde de París; el País de España, el Daily Mirror o Le Figaro.
_ ¿Cómo crees que debían platearse las cosas en el mundo?
_Yo quiero un mundo donde las cosas se planteen, donde la gente sea respetada, donde las opiniones sean escuchadas.

ROBERTO: INTIMO

Como es natural este es un hombre que sueña con una Caracas limpia que no tenga huecos, que no haya delincuencia y que la gente sea de nuevo fraterna. Ese es el hombre que no sólo ama a su ciudad, sino que ama al cine, que le gusta la televisión, que su clásico favorito es Anton Chejov y que le gusta tomarse un buen brandy. Ese es el Roberto cercano a la gente, a sus amigos, y a sus libros. Del común de la gente se puede decir que tienen una biblioteca, en este caso es al revés, él vive en una biblioteca que cuenta con un lector empedernido,. No hay un espacio de su casa donde no haya un libro.
_En toda esta conversación han estado presentes tus amigos. ¿Qué es la amistad?
_ La amistad es el tesoro más grande de la vida. Siempre recuerdo una amiga que a mí me gustaba y que yo atacaba que me dijo, vamos a ser amigos porque la amistad es eterna en cambio el amor se acaba.
_ ¿Entre tus amigos predominan las mujeres?
_Las mujeres son fundamentales en mi vida. No soy promiscuo, siempre que he estado con una mujer, es porque he estado enamorado de ella, pero soy mujerista. Aunque he tenido y tengo muchos amigos hombres como Paz Castillo, Mijares, Uslar, Ramón J. Velásquez, hombres que eran mucho mayores que yo. Sin embargo debo decir que me siento mejor con las mujeres, mi médico, mi siquiatra, mi odontólogo son mujeres.
_ ¿Cuándo dices que eres mujeristas, no se podría decir más bien que eres feminista?
_Ningún hombre puede ser feminista. Anais Nin, hace esa separación o diferencia, ningún hombre puede ser feminista. lo que el hombre puede ser es sensible. Eso es lo que yo soy. Me interesa lo que hacen, lo que escriben. Son esas amistades, como contigo, que son también grandes acompañamientos intelectuales.
_¿Para un hombre como tú, cómo comienza su día?
_Rezo. Yo soy un gran creyente, generalmente rezo un padre nuestro y un ave amaría, después me baño y veo El Avila, mientras hago café.
_¿Esa secuencia de acciones bonitas podría definirse como un ritual?
_Si, perfectamente. Igual que tengo manías como que el cepillo de dientes tiene que estar a la derecha. Necesito bañarme para despertarme. Tengo cierto orden, mi biblioteca parece un desorden pero no es así, tendría que poner un cartel como el que tenía Jose Ratto Ciarlo,  que decía: “Este es un desorden ordenado”. Sin embargo tengo una clasificación, todos los libros están agrupados por temas o categorías.
_¿ Y en cuanto a la música?
_Tengo una discoteca muy buena de música clásica, boleros, tangos. Eso es lo que me gusta.
_Para un hombre que se levanta y lo primero que hace es rezar, ¿Qué es Dios?
_Es más Cristo que Dios. Prefiero la Última Cena que la Crucifixión la cual me aterra.  Lo digo como cristiano.

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