Iraida Tapias: YO HAGO LO QUE HAGO PARA CONMOVER AL OTRO
Por: Inés Muñoz Aguirre.
Iraida se baja de su carro, revoloteando la falda blanca y estrenando como cada mañana después de las siete su sonrisa amplia, a pesar del tráfico, la falta de estacionamiento y el reto que significa llevar adelante cualquier idea en una ciudad como la nuestra. Hablar con ella es intentar descubrir un mundo que no se puede resumir en dos páginas. Iraida Tapias es la actriz, la productora, la dramaturgo que ha escrito obras como “Yo, la peor de todas” o “Afrodita, cuerpo de señora”, es la directora de lecturas dramatizadas como “Sony” de José Ignacio Cabrujas; “Bodas de sangre” de Federico García Lorca; “ La llamada de Lauren”. Escritora y directora de “Una historia de Zarzuela”, “Los elegidos”, “Lorca alma presente”; es también la directora de montajes como el de “Ambas tres” de Javier Vidal o “Rosa de dos Aromas” de Emilio Carballido. Y por si fuera poco en el cine junto a Mauricio Walerstein realizó el guión de “Macho y hembra y para televisión ha escrito novelas como “Amantes”, “Libres como el viento” o ”Chao Cristina”. Menciones que sólo son una referencia de todo lo que ha hecho y hace. Iraida se instala frente a mí, mientras me centro en que este encuentro es sólo con la mujer directora, porque de lo contrario tendría que escribir para darle su merecido espacio de Protagónica; acción con la que obviamente estoy en deuda.
- ¿Cómo ha sido tu acercamiento a Lorca?
- Quien está en el teatro ama a Lorca. Yo vi la Bernarda Alba que dirigió Alberto de Paz y Mateos, era una niña. Después vi la de Ibrahim Guerra; excepcional, maravillosa, la propuesta escénica que allí se manejó fue realmente impactante, en ese montaje era una tragedia. Después como gerente del teatro del Paraíso participé en la Bernarda que hizo José Ignacio Cabrujas, ubicada en Carora con una propuesta escénica maravillosa. Más recientemente vi el montaje de Javier Vidal. Le he seguido la pista siempre, porque es una obra que siempre quise montar. Afortunadamente desde hace tres años estoy trabajando con Water People con Rebeca Alemán y ella me planteó montarla, lo cual estamos planificando desde mediados del año pasado.
- Empecemos por hablar del contenido de la obra…
- Esta obra no sólo habla del abuso de poder que es un tema que me ha tocado desde siempre. No solamente habla de la represión, no se puede leer solamente desde el punto de vista de una metáfora de una situación política determinada que tiene que ver con abuso o tiranía. Aunque en la investigación que he estado haciendo de Lorca, no era ese uno de sus objetivos. Pero sabemos que los creadores se plantean una historia y después los que los interpretamos, descubrimos muchas otras cosas que conscientemente no se habían planteado.
- También hay quienes dicen que con esta obra de Lorca se inicia una persecución que culmina con su muerte, sean o no ciertas cualquiera de las dos posiciones, creo que hay el valor implícito de hacernos pensar sobre el hecho de que los creadores pueden ser perseguidos y reprimidos, lo cual puede ser un mensaje clave…
- Totalmente. Es uno de nuestros objetivos, la obra tiene que ver con la actualidad. Si seguimos la coherencia del trabajo que hemos desarrollado como equipo Rebeca y yo, nos encontramos con que yo escribí una obra sobre Camila O'Gorman y Ladislao Gutiérrez que fueron asesinados por la tiranía de Rosas en Argentina y Camila tenía 8 meses de embarazo. En “La peor de todas” hablamos del abuso de poder, del maltrato a la mujer y como se puede cercenar la verdad, la libertad de decir lo que se piensa a través de actos creativos, así llegamos a una obra como Bernarda en la que está claramente planteado como se trata de reprimir, de castrar, de destruir la libertad.
- ¿Es el teatro entonces, una buena escuela como decía Brecht?
- El principal objetivo por el que yo hago teatro, cine, televisión y afines es para conmover al otro, jurungarle el corazón, llegarle al alma, ya sea por esa conmoción, ya sea por la risa, el llanto, el impacto de la rudeza de lo que estás viendo o escuchando. No creo que el teatro cambie la historia, pero creo que la gente de teatro somos tan comunicadores sociales como cualquier periodista, somos un medio de comunicación. Lo que sucede es que nuestra llegada al público es más reducida, pero tenemos una ventaja que estamos hablándole cara a cara, frente a frente a otro persona.
- ¿Está nuestro público preparado para eso?
- Creo que sí. El teatro venezolano ha pasado por muchos estadios. Las décadas del 80 y el 90 fueron décadas en las que estábamos como cómodos. Los retos eran más exclusivamente creativos o gerenciales y fuimos perdiendo el público, porque empezó una suerte de satisfacción con uno mismo. Perdimos la conexión. José Ignacio Cabrujas fue una excepción porque nunca dejó de escribir, de montar, de dirigir sobre lo que tuviera que ver con la realidad histórica de su momento, aun cuando fueran metáforas.
- ¿Consideras entonces, superado ese momento?
- Ahora gracias a lo que ha hecho el Teatro Trasnocho, a la gerencia de Moisés Guevara se volvió a captar un público. Si bien es cierto que todavía hay un porcentaje muy alto que quiere seguir evadiendo la realidad; hay otro porcentaje que ya no es tan pequeño que quiere ver cosas que le conmuevan y le hagan pensar y ves reacciones inmediatas. Hay gente que grita cosas al final de las funciones, que dan las gracias, que dan vivas a la libertad.
LA CASA DE BERNARDA ALBA. UN MUNDO EN SUS PAREDES
- Esta es una pieza clave desde distintos puntos de vista, en el mismo comienzo de la obra está planteada de entrada una lucha de clases a través de La Poncia y la Criada
- Eso es esencial en la Casa de Bernarda Alba, la relación del sometido frente al poder. A nadie le gusta estar más abajo que a otro, aunque ese otro te pague por tu trabajo. Siempre la relación vertical genera una suerte de resentimiento y puede generar en el que está arriba, un engolosinamiento con el poder.
- De hecho en la obra están todas las clases porque Bernarda representa un nivel, distinto al de La Poncia y más abajo está la criada
- Y es tan fuerte esa lectura que no te olvides de cómo es la relación de la criada con la mendiga. Donde te acercas al estadio más bajo, más marginal y vulnerable económicamente. La criada le dice: la comida es para mí, yo también tengo hijos y la echa, haciendo valer ese poder. En Bernarda se incentiva el resentimiento, ella con La Poncia es absolutamente cruenta…
- Otro aspecto es el de la utilización. Bernarda la usa para saber, por ejemplo, lo que ocurre en el pueblo y luego la maltrata
- Haciéndole sentir lo del poder. La Casa de Bernarda Alba recoge un universo, que puede ser Venezuela, Latinoamérica, recoge a este lado del mundo en este momento.
- ¿Crees que ocurre lo mismo?
- Yo creo que así como acabo de decir que La Casa de Bernarda Alba es un universo, también es una aldea. En la época que vivimos se han sofisticado los mecanismos de poder y los mecanismos de subyugación del otro, los de represión social, nos resulta bárbaro el maltrato físico, nos resulta impresionante la represión policial frente a una manifestación. ¿Pero, y la violencia y la agresión intelectual? Cuánto daño no hace el chisme. Estamos hablando del Siglo XXI y aun se definen vida, profesiones, relaciones en función de la aceptación social o no de tu entorno. Si pasas del espacio privado al público, también requieres de la aceptación en ese nuevo espacio. Creo que esa es la misión consciente que se planteó García Lorca con Bernarda y se da porque las paredes de la casa están hechas del afuera…
- Tienen oídos…
- Exactamente. Bernarda anda ocultando a sus hijas lo que pasa afuera y sabe que los de afuera todo el tiempo la están escuchando con la misma necesidad que ella tiene.
- Es la dependencia del qué dirán..
Si, allí está la represión del “que dirán” en la mujer, que también es un tema que me mueve, todo lo que tiene que ver con el machismo, con el sometimiento, la subestimación, el maltrato intelectual. Ese “el qué dirán” fue uno de los principales intereses de Lorca
DEL TEXTO A LA DIRECCION.
- En una secuencia de montajes liderizados por hombres, ¿ Cómo se acerca una mujer a esta obra?
- Creo que en Venezuela seré la primera mujer que la dirige, pero Nuria Espert la dirigió y la hizo con Glenda Jackson…
- Y en los montajes que participó Margarita Xirgú, tuvo profunda incidencia en la dirección.
- Si, así es. Yo he dicho algo que es que no tengo ningún susto con respecto
a dirigir esta obra. Creo que tengo una ventaja y es que soy una mujer dirigiendo una obra de mujeres y por más que el hombre se acerque yo creo que hay una serie de lecturas y subtextos que para las mujeres son evidentes. Cuando yo escribí la presentación de esta obra en el programa de mano para el montaje que hizo José Ignacio, yo me acuerdo que escribí algo así como “una casa llena de humedades”. José Ignacio me dijo que si yo sabía lo que estaba diciendo, que era muy fuerte y yo le contesté que no sabía por qué le parecía fuerte, porque esa es una casa donde a excepción de Bernarda todas están húmedas, por una u otra razón. Allí hay un eros reprimido, donde la necesidad no sólo es física, hay una necesidad síquica. Allí se nos habla del libre albedrio. ¿Qué hace Adela? Opta, sigue su instinto, responde a su humedad. Eso es revolucionario dentro de la Casa de Bernarda Alba.
-Como es revolucionario el poner fin a su vida, cuando aun la sociedad discute sobre el derecho o no sobre este tema. Imagínate como fue asumido ese final en esa época…
- No hay duda, son temas muy fuertes, a mí la adultez me ha dado serenidad para acercarme a la realidad y no seguir evadiéndola. En la Casa de Bernarda Alba, todo el mundo a excepción de Adela evade la realidad. Por eso es que ella se plantea: O es Pepe el Romano o me muero.
- ¿Qué crees que pasaría si pudiéramos ver a Pepe el Romano?
- Si pudiésemos verlo, yo creo que todas seguirían soñando con Pepe, porque no verían al Pepe que está entrando, sino al que han idealizado todo el tiempo, a su ideal de amor, su ideal de pasión. No van a ver si es tuerto, ciego, cojo, gordo o flaco. Si es guapo o no, si suda o no.
- ¿Hay allí un planteamiento de lo inalcanzable?
- Si, pero creo que hay una lectura que tiene que ver con lo personal, con que construimos nuestros ideales en función de los ideales de otros y cuando tenemos enfrente algo parecido a nuestro ideal, no nos quedamos con eso porque no es exactamente lo que habíamos soñado en función de lo que otros habían soñado. Eso funciona con el amor, con la familia, con el futuro, con el presente.
- También está presente el paso del tiempo, que es un tema que a Lorca lo preocupó mucho, porque lo ves en Doña Rosita la soltera, lo ves en Yerma…
- Hay algo muy interesante en eso que estás diciendo porque si nos manejáramos en relación a la estructura dramática, la obra es atemporal. El tiempo pasa. Hay algo consciente en él como autor, el tiempo no espera, te afecta físicamente, no se devuelve. El tiempo se determina como ser humano. Y allí está el sentido de lo trágico si nos referimos a la estructura de la tragedia griega, porque en última instancia el destino es el tiempo y ya viene marcado. Tu vas construyéndote cosas pero es para acercarte a ese destino.
DE LA TEORIA A LA PRÁCTICA
- Cuéntanos del elenco
- En principio tenemos asegurada a Carlota Sosa haciendo Bernarda Alba, Amanda Gutiérrez haciendo La Poncia, Raquel Yánez como Adela, Martirio la hará Rebeca Alemán, Sandy Siquier como Amalia, Mariaca Semprum como Magdalena, estamos hablando con Gladys Prince para la criada e Ingrid Muñoz como Prudencia. Estamos buscando a Angustias porque queremos a alguien que venga del teatro, con formación y experiencia. Tenemos profesionales con poder de convocatoria, un elenco hermoso y talentoso.
- ¿Cómo pasas de la imagen a concretar los personajes y la puesta en escena?
- Las obras de teatro hablan por sí mismas. Mi dinámica de ensayo hay gente a quien la puede desesperar, la aprendí realmente de Ibrahim Guerra y es que el tiempo de lectura de la obra tiene que ser el de mayor tiempo, para que los personajes vengan del texto al actor y no que el actor le imponga lo que él cree que debe ser. Me ha dado buenos resultados, me gusta hacerlo de esa manera porque tienes una entrega actoral maravillosa. En la medida en que somos honestos con nuestras emociones y personajes conmovemos.
-¿ Cómo piensas abordar este texto, desde el punto de vista de la dirección?
- Ese es el gran reto. Pero no debo angustiarme porque eso tú lo sabes como escritora, como creadora, uno tiene una imagen. Yo tengo la imagen de un mundo masculino, una construcción, un espacio lleno de cabillas, rudo, tosco, con huecos irregularidades sobre eso quiero montar mi Bernarda, para que lo femenino esté en el vestuario y en algunos elementos que ellas manejaran…
- ¿Cómo ves la iluminación?
- En iluminación quiero algo frío, blanca, desnuda. Las que tienen que estar cubiertas son ellas y por debajo de sus ropas, de sus trajes se va a escapar un color. Que es el color que esconden en ese espacio donde lo que las rodea puede hacer daño.
- ¿Dónde podremos ver este montaje?
- Inicialmente está asegurada una temporada en el Luisela Diaz, pero también tengo planteado buscar un espacio en construcción que garantice comodidad, seguridad, pero que sea un espacio que no esté listo. Un espacio no convencional que nos permita acercarnos a la rudeza de que hablaba en principio.
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