lunes, 25 de enero de 2010

Virginia Ramírez



“Mi instrumento es parte de mí y yo soy parte de él”

Por: Inés Muñoz Aguirre

Diminuta, de largos cabellos y con un suéter de múltiples colores Virginia Ramírez se presenta a la entrevista con el canto atrapado en su garganta, esperando la primera oportunidad para hacernos escuchar su voz mientras tararea una tonada de Simón Díaz. En sus objetivos el concierto que servirá de marco para presentar oficialmente su disco de aguinaldos
- ¿Cómo surge la idea del concierto?
- Este concierto surge por la iniciativa del autor y compositor Enio Escauriza quien me da unos aguinaldos que había compuesto. Tenía temas muy lindos y me los empezó a mostrar. Fueron surgiendo más aguinaldos y más aguinaldo, entonces me dije “pero bueno, voy a agarrar todos esos aguinaldos, le voy a hacer arreglos y los voy a cantar”.
- ¿Cuándo sucedió eso?
- Eso sucedió el año pasado en el último trimestre, son aguinaldos contemporáneos. Creo que aquí en Venezuela tenemos mucho tiempo cantando y tarareando los aguinaldos de siempre, Niño Lindo, Noche de Paz, y todos estos que son bellísimos. Creo que en esta oportunidad se trata de algo muy importante que es como renovar todo este mundo de la canción navideña, hay aguinaldos my atrevidos como un rap que habla del cambio, de todos los cambios que deben haber en el planeta, en el mundo, en el ser humano. Otros que son como una especie de boleros, está Beso de Navidad que es una letra muy tierna y tiene una conexión con mis abuelos, con esa parte bonita…..
- ¿La línea musical ya estaba en ellos, o la defines tú?
- Enio lo había establecido desde el principio y las melodías y las letras estaban hechas. Obviamente yo en los arreglos aporté una que otra cosita como líneas melódicas, o ese tipo de cosa como re-armonizar, hacer introducciones, armar, dejar espacios para solos para que los otros músicos participen. Fue algo novedoso, divertido, arriesgado, de hecho lo hemos llamado “Un bochinche de aguinaldos compuesto por Enio Escauriza”.
- ¿De qué hablan estos aguinaldos?
- Hay una letra muy linda de uno de los aguinaldos que se llama Cuento increíble, que habla de cosas muy fantasiosas, delfines que hablan, guacamayas que cantan coros. Hay otro que se titula Magia de Navidad, que le da el nombre al concierto y habla de los valores que representa la Navidad y que van más allá del consumismo que se ha apoderado tristemente de esas épocas, porque lo más bonito es compartir, el abrazo sincero, el cariño
- ¿Cuánto tiempo trabajaste en lograr los arreglos y sentir que habías logrado lo que te estabas planteando?
- Cuando Enio me los dio como que me encantaron tanto los aguinaldos que puse el pie en el acelerador y más o menos como en un mes y medio los terminé. Después los empecé a presentar en la Pizzería de Evio, en la Factoría del Enano, en el Café del Museo, en toques privados. Después viene la idea de preaparlos para un concierto, presentarlos en una sala, con todos los instrumentos, es así como surge la presencia de Roberto Koch en el contrabajo, Adolfo Herrera en la batería y el Goyo Reina como invitado especial en las palmas, percusiones, jaleos y en los coros.

TODA UNA VIDA RELACIONADA CON LA MUSICA

- Desde pequeña la música ha formado parte de tu vida, ¿En qué momento crees tú que surgió esa relación tan importante?
- Yo creo que me relaciono con la música, desde la barriga de mi mamá, porque ella es muy amante sobre todo de la música clásica. Me cuenta que cuando estaba embarazada me ponía los audífonos en la barriga, me ponía a escuchar Mozart, Beethoven, Chopin. Después en mi casa había un ambiente definido porque mi papa era músico, tocaba cuatro, guitarra, cantaba, arpa, era amante de la música venezolana, mi hermano es un guitarrista de jazz extraordinario, improvisa, es compositor, arreglista, es un gran músico, el grabó en mi disco “Manos y alma” cuatro temas: “Reencuentro”, “Planeta tierra”, “Gusipati” y “Blue con sangueo”. Tenía todas esas influencias, lo venezolano, el jazz, lo clásico. Mi mamá además de abogado que es su profesión formal, es poeta y en la casa siempre había reuniones, crecí en medio de ese ambiente muy conectada con la parte musical.
- Esas conexiones están allí, pero a veces pasan sin que se tome conciencia de cuanta influencia están ejerciendo ¿En qué momento crees que se vuelve realidad en ti?
- Cuando me gradué de bachiller dije quiero dedicarme a la música, tomé la decisión de venirme para Caracas desde San Cristóbal, entré a estudiar en la Central porque mi mamá insistía en una carrera formal. Entré en la Escuela de Artes y seguí con mis clases de piano en la escuela José Lorenzo Llamosa y luego me gané una beca y fui a estudiar a la Escuela Nacional de Música de la Habana, Cuba. Me gradué de pianista.
- ¿Y qué pasó con la carrera universitaria?
- En Arte tuve solo un año, fue una experiencia linda, conocí a Nicolás Uriel y a Isaac Chocrón que son gente de teatro con los cuales hice alguna obra, aparte de lo que había que hacer en ese año, aprendí cosas muy bonitas como estética de la música y otras materias que pienso que me enseñaron.
- ¿Definida la inquietud musical cómo fue la formación, a qué tipo de música te acercabas?
- En un principio estudié mucho repertorio clásico porque era como una exigencia de la escuela y ya venía haciéndolo desde la escuela de música Miguel Angel Espinel, donde empecé cuando tenía ocho años, con Edgar Vásquez que fue el primer profesor que tuve allí. Después igual estudiaba Jazz porque me gustaba mucho.
- ¿Que define lo que vas haciendo, el tipo de música con que te vas identificando?
- Es algo que se va sintiendo, las cosas con las que más vibras, las que más te gustan, dependes de ese sentimiento que como que te roba el corazón. A partir de eso, si uno se siente bien, realizado, uno trasmite eso hacia las personas que están con uno.
- El piano es uno de los instrumentos que más se percibe como una prolongación del pianista, los ves en una imagen totalmente integrada….
- Cuando uno está entregado haciendo un concierto o componiendo la sensación es esa que el piano es una prolongación de tu cuerpo, de tu alma, no hay separación. Es una sola energía que fluye. Mi instrumento es parte de mí y yo soy parte de él.

EL CAMINO DE LA COMPOSICION

- Tu eres compositora, has hecho un trabajo constante ¿ En qué momento defines esa inquietud, porque está claro que el hecho de que una persona sea músico, no quiere decir que necesariamente será compositor?
- Siendo una niña muy pequeña mi papá me regaló un tecladito, incluso antes de aprender a escribir música yo me inventé como mis propios jeroglíficos y los escribía en el pentagrama y esas eran mis canciones. La parte creativa siempre me llamó la atención.
- ¿Qué eran esas primeras composiciones?
- Recuerdo que le escribí a la luna, a las montañas, a los duendes, a los amigos invisibles, al ratón Pérez. Lo que recuerdo es que eran cortas. Tengo un montón de papeles acumulados en mi casa, no sólo esas composiciones sino papeles que escribía, poesía, cuentos. En esa época tenía el tiempo de hacerlo. Me gustaría ordenarlo. Recuerdo que a los amigos invisibles les pedía que la semana tuviera muchos días intercalados que la semana tuviera lunes, martes, domingo, miércoles, jueves y domingo y así porque me fastidiaba ir a la escuela.
- ¿En qué periodo de tu formación esa inquietud creativa es asumida como algo formal?
- Ya estando en La Habana. Allí decidí que me gustaba componer y aunque no lo estudiaba formalmente en una escuela decidí que era algo que quería hacer. Fluía natural, cuando llegué aquí a Venezuela grabé “Espiral de fuego”, que tiene ocho composiciones mías y tres estándar venezolanos y después grabé “Manos y alma” que también tiene tres composiciones mías y tres estándar venezolanos.
- ¿A los escritores les cuesta mucho tomar la decisión de leer para otros lo que han escrito, cómo abordas tu el mostrar tus composiciones?
- A mi más bien me gustaba, me parecía como muy bonito compartir con los compañeros en la escuela, se los mostraba a amigos que estudiaban composición. A mi me da mucha nota compartir …
- ..Y la decisión de grabar…
- Me dije, yo quiero grabar todas estas canciones, que la gente las conozca, que las interprete, algo que se pueda difundir. Ese sentimiento estaba presente mucho antes de hacer mi disco “Espiral de fuego”.
- Tus discos son de producción independiente…
- Si, mis dos discos son producción independiente. Hace poco le hicieron una entrevista a Carlos Suki de Esperanto, con el sacamos en conjunto con mi manager el señor Emilio Méndez esta producción, y le preguntaban que cuales eran los diez discos más vendidos, entre ellos nombró “Manos y alma”. Eso me dio mucha satisfacción porque un disco independiente no es cosa fácil, hay que trabajar mucho, esforzarse.
- ¿Ahora hacia dónde vas?
- Tengo planteado grabar un nuevo disco a trío con Gonzalo Teppa y con Nené Quintero. Es un proyecto nuevo que sale de que me estuve presentando hace poco con ellos, bueno la energía de lo que pasó musicalmente fue bien lindo y voy en dirección a eso, seguro con algunos temas de composición mía.
- ¿Como evalúas la reacción del público al que querías llegar, frente a tu música?
- Ha sido muy receptiva, me he sentido muy contenta porque tanto aquí en Venezuela como en el exterior he sentido que mis composiciones gustan, que la gente las disfruta. Siempre tienen un comentario que hacerme, siempre hay como una conexión que surge de una forma espontanea. Es muy emocionante, sientes que lo que estás componiendo e interpretando a la gente le toca el corazón de alguna forma

Y HABLANDO DEL MOMENTO MUSICAL DEL PAIS

- ¿Cómo ves lo qué está ocurriendo en el país a nivel musical?
- Es bien interesante, creo que es uno de los momentos más efervescentes a nivel musical en Venezuela. Hay una gran cantidad de grabaciones independientes en todos los estilos de música, en música popular venezolana, en fusión, en rock venezolano, electrónica, jazz, en todos los estilos y géneros y muchas propuestas originales, no solamente grupos que hacen versiones de temas ya conocidos sino de grupos que se plantean composiciones propias. Creo que están surgiendo un grupo de virtuosos dentro de la música venezolana, del jazz. Este movimiento está empujando al país a ocupar un lugar bien importante, que nos hace falta.
- ¿A quienes podrías mencionar dentro de ese movimiento?
- Hay grupos como C4 Trío, además hay solistas y acompañantes que son extraordinarios como Gonzalo Teppa, Roberto Koch, Marisela Lovera.
- Se desmitifica con esto el concepto de que si no estabas en la radio, no existías, porque efectivamente el movimiento es muy grande y no necesariamente todos tienen un disco sonando …
- Yo creo que de alguna manera todo ese fenómeno de la payola, el que pagas para que coloquen un artista en primer lugar te lleva a preguntarte sobre algunos artistas. Te preguntas sobre qué es lo que hacen. A veces oyes piezas de reegeton con letras ofensivas y desagradables en primeros lugares, pero han venido tomando espacio y ganando fuerza otros proyectos, que aunque no paguen payola, tienen su propia energía y virtuosismo y comienzan a sonar porque la música en sí misma tiene una fuerza que los lleva a ocupar lugares importantes.
- Hay un público que exige entonces, empezar a escuchar lo que quiere escuchar. El público ha cambiado, ¿Cual es la circunstancia que empuja?
- Yo creo que es un proceso reciproco en el cual han surgido nuevos talentos y el público venezolano tiene más iniciativa en ir a escuchar a esos artistas, músicos, y grupos nuevos. El público venezolano está más abierto a apoyar estos procesos.
- Se podría decir que esta es una visión de más a largo plazo, que el de movimientos anteriores?
- Lo que sucede ahora es más espontaneo, porque no tienen una disquera detrás, es desde sus propios esfuerzos, sus propias iniciativas. Es un movimiento mucho más grande, espontaneo y con mucha fuerza. En los años 80 hubo una efervescencia que marcó una pauta más en la música pop, pero era un fenómeno provocado, inducido…
- ¿Que cambió, que hay ese acercamiento a la música venezolana?
- Yo creo que no es solo hacia el género o la forma venezolana, es hacia muchas tendencias. La música de Aldemaro Romero ha sido llevada a lo electrónico, Simón Díaz abarca tendencias, fusiona la música venezolana con el jazz, con el rock, con lo electrónico. Es un fenómeno general, quizá desde hace unos 15 años atrás grupos como Maroa, Vytas Brenner, Luis Perdomo, Otmaro Ruiz, Monasterios, son los que empezaron a sembrar la semilla que ahora germina. No son procesos aislados.
- ¿Hacia dónde crees que va este movimiento?
- A que la música venezolana ocupe lugares tan importantes como el que han ocupado otras tendencias como la Bossa Nova, el Jazz y la Salsa. Digamos que son los tres géneros que mundialmente están en lugares importantes. Yo creo que internacionalmente vamos a llegar el momento en que cuando se toque una gaita de tambor, todo el mundo va a saber que esa es música venezolana que se canta y se baila de esta u de la otra manera.

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