María Gómez:
La cultura no puede ser un código cerrado, no puede haber exclusiones, ni discriminaciones.
Por: Inés Muñoz Aguirre
Hablar con María Gómez, es tener la oportunidad de escuchar las opiniones y conceptos de una de las personas más experimentadas en lo que se refiere a gerencia cultural y del espectáculo, no sólo en nuestro país, sino a nivel internacional donde ha estado ligada a nombres tan importantes como Marcel Marceu; Joan Manuel Serrat, Miguel Bosé o Rocío Durcal por nombrar solo a algunos.
- ¿Cómo defines la gerencia cultural?
- La gerencia cultural es marcar las políticas hacia las cuales se deba de enrumbar la acción cultural, el quehacer del hombre; dependiendo de aquellas comunidades a las cuales van dirigidas.
- ¿Hay una diferencia entre la gerencia cultural pública y la privada?
- No debería de haberla, es que hay que mirar si el fin justifica y como el fin está dedicado a la gente, no importa en qué sitio se encuentre la gente. Debería haber un solo mensaje, si a mi me dicen ¿qué música le gusta más, clásica o …? No, no. La música es buena o mala. Yo pienso que la gerencia cultural privada debería ser igual que la pública, de eficiente, de bien organizada, de bien dirigida y sobre todo saber a dónde es que queremos que llegue el mensaje. Eso es para mí una de las cosas primordiales. Cuando te dicen hacia qué target estamos dirigidos o hacia que edades. Eso siempre te lo preguntan cuándo vas a buscar un patrocinio. Yo pienso que hay que abrir el abanico. Hay que pensar que todo el mundo necesita del conocimiento y el saber no ocupa espacio
- ¿Se debe considerar una formación específica en el área de gerencia cultural, o cualquier persona está capacitada para este tipo de gerencia?
- Es que yo no se bien dirigir la palabra capacitación; cuando una persona es capaz de transmitir a otra como hay que hacer las cosas; yo creo que con eso basta. No estamos pidiendo un médico para entrar en una sala de operación, donde si se necesita de una capacitación, de una especialización, de unos años de estudio, donde se tiene que saber perfectamente lo que se hace porque estás jugando con la vida de otra persona. Hay gente muy autodidacta que te pones a hablar con ella y te das cuenta de la cantidad de conocimiento que tiene la persona, que no lo pasa a otros y que de pronto no tiene la capacidad de explicarlo y otras que sí. Claro que es bueno que se haya abierto la Escuela de Arte de la universidad, que hace muchos años que eso no existía y que se estén buscando nuevas formas de aplicación. Estas cosas me recuerdan mucho la historia de quien fue primero el huevo o la gallina
- ¿Hay una diferencia entre la gerencia de espectáculo y la gerencia cultural, o es lo mismo?
- Es lo mismo, una es popular y la otra a lo mejor es menos popular, pero yo creo que hay una sola
- Hay quienes se refieren a ciertas manifestaciones culturales como el ballet, la opera, como algo elitesco y hay incluso quienes piensan que hay que cambiar el tipo de espectáculo en determinados teatros para hacer que se acerque un público más popular. ¿Es así, hablamos de lo elitesco y de lo popular?
- Si claro, si la hay, pero por qué la opera y el ballet han sido elitescos? Primero porque son espectáculos que no todo el mundo entiende. Hablados en otros idiomas, casi toda la opera está escrita en italiano, en francés, en alemán. Cuando te vas a algo en español; estás hablando de zarzuela. Tradicionalmente la gente ha asumido que eso es como para la gente que lo entienda y aparte de eso hay otro componente que son los costos, para montar una opera necesitas un buen decorado, un buen vestuario, buenos cantantes; necesitas una orquesta en vivo. Ahora si tu traes todo esto a un sitio donde la entrada cueste 5 mil bolívares, ¿Qué pasaría con la gente? ¿Iria?
- Claro, pero a su vez estás poniendo en el tapete algo muy importante como es el tema de los costos que por supuesto, alguien tiene que pagar
- Bueno, claro. Por eso es que ese tipo de espectáculo normalmente lo subvenciona el Estado, en Europa. Además empiezan a enseñarte desde la escuela, que entiendas la música, los instrumentos. Cuando ese niño crece ya tiene cierta autoridad para ir a ver ese tipo de espectáculo.
- Pero creo que lo importante en esta reflexión es que no se trata de bajar la calidad de los espectáculos para que mayor cantidad de gente pueda acceder, sino que el Estado subvenciona para tener más publico
- Exactamente, pero hay que empezar desde abajo, hay que enseñar a los niños a disfrutar de la música clásica, lo que hizo Bernstein de enseñarles los instrumentos, como se toca cada uno y como se conjuga un instrumento con otro. Eso dio todo un vuelco a una generación. Tradicionalmente siempre ha habido una cultura elitesca, pintura, escultura, opera, ballet , pero la cultura es una sola.
- Creo que el problema está en creer que hay que hacer lo barato y de mala calidad para el pueblo y la realidad es que la solución cultural está es en permitir que la gente acceda a espectáculos de buena calidad.
- Si el Estado no subvenciona todo ese tipo de manifestaciones que tiene que ver con el hacer en las plazas entonces estamos mal. Hace muchos años se hacían retretas en las plazas la gente iba, los niños, nuestros padres. Es además la oportunidad de que la gente dirija su esparcimiento hacia algo sano. Yo creo que hay una idea en la gente que ahora tiene la responsabilidad de dirigir la cultura, por ejemplo en FUNDARTE está Belinda Vivas, es gente que son artistas y yo creo que el arte lo entienden los artistas en primera instancia y creo que puede haber allí una oportunidad muy bonita para el Teatro Nacional, el Teatro Municipal y rescatar la cantidad de expresiones que deben llegarle a la gente, a las comunidades.
- En época de crisis entendiéndola como épocas de cambios, cómo ves tu la gerencia cultural?
- El cambio tiene que empezar por la gente que tiene el poder en la mano para decidir quienes son las personas que van a aplicar esos cambios. En épocas de crisis hay que buscar cosas alternas, por qué no volver a pensar en cómo se hace un papagayo, eso no puede ser algo tan costoso y los niños de hoy en día no saben como se hace un papagayo, o como bailar un trompo. Creo que hay que sacar la imaginación, hacer lo provechoso para la gente, lo que tenga que ver con nuestra cultura, con nuestras raíces.
- Cómo crees que se puede incorporar a un movimiento cultural, la gente joven que hacen teatro, música, que tienen importantes formas de expresión y no encuentran como canalizarla
- Si, esa es una gran angustia por ejemplo en las universidades donde hay una cantidad de gente que hace música, danza, de todo y se siente frustrada porque no tiene como enseñarlo, hay una gran responsabilidad en todas las personas que tienen la posibilidad de que eso ocurra, programaciones semanales…
- Si yo tuviera la oportunidad de decirte que te voy a dar la oportunidad de gerenciar un proyecto cultural para el país, qué plantearías?
- Primero que se conozca lo nuestro, que cada región conozca lo suyo como primera instancia y después pasarlo a las otras regiones. En el oriente del país por ejemplo donde hay una gran riqueza musical, donde hemos tenido gente maravillosa de la talla de María Rodríguez, ver como se pasan esos legados a las generaciones más jóvenes y luego que eso lo conozcan en el Zulia y lo del Zulia que se conozca en Barinas, que se entrelace todo para que entendamos la riqueza cultural que tiene Venezuela. Haría una gran programación para los hoteles para que la gente tenga un sitio a donde ir, a charlar, a escuchar música de todas las expresiones culturales, que al fin y al cabo es un viaje musical que tu estas dando. Si tu escuchas un buen musical con Biela Da Costa tu sientes que estás en Brasil.
Haría una gran programación también para que los artistas de cada región tengan como vivir de su trabajo, porque es que el artista, cantantes, compositores, cantautores no viven de ser artistas, trabajan en otras cosas, son empleados mientras van languideciendo. Haría un concurso como el que han sacado en Gran Bretaña, que se llama Gran Bretaña tiene talento y allí se puede intervenir sin importar de que tendencia política seas, lo que importa es el talento. Hay artistas que pueden dar mucho.
Luego haría algo gratuito en las Plazas; yo iba a las retretas en la Plaza La Concordia, eso se ha perdido. Por lo menos los domingos cada Alcaldía, cada municipio, cada comuna debía hacer algo, teatro, guiñoles que no se han vuelto a ver, la zarzuela, difundir la música nuestra la cual no se conoce fuera de nuestras fronteras como no sea Ricardo Montaner y Franco De Vita y ya, en cambio a nosotros nos llega todo, el reggaeton, el vallenato. Si yo tuviera que exportar, exportaría tanta cosa buena que tenemos nosotros acá, como una cosa de Estado que fuera a los demás países a enseñar lo que somos como país. Yo creo que Renny hizo una gran labor cuando a través del espectáculo mostró además las bellezas que tenemos como país, como el Churun Merú. Somos de los pocos países que aun tenemos comunidades indígenas. Tratar de conocerlos a ellos, no que ellos nos conozcan a nosotros
-¿Cuando te paseas por todo este bagaje del país quiere decir que tienes una visión positiva de lo que el país puede dar, en función de su desarrollo en el área cultural?
- Si, por supuesto. En el área cultural y en el área turística. Yo soy muy optimista con el nombramiento de Pedro Morejon en el Ministerio de turismo, pienso que es una persona joven con una gran visión de como sacar todas esas bellezas hacia afuera; exportarlas y tratar de traer gente para que vea el país, España vive de su turismo, Cancún vive de su turismo, nosotros perfectamente podemos ser otra opción. A la gente le llama la atención la Isla de Margarita y Los Roques pero son dos cosas muy puntuales. Si se hace una gran difusión hacia afuera estoy segura que la gente puede voltear hacia nosotros. Brasil está haciendo un gran trabajo para llevar gente a conocerlos, a conocer el Amazonas.
-¿Qué percepción tienes de otras áreas culturales como la literatura?
- Creo que en este país, la gente lee muy poco. Se había empezado a hacer un muy buen trabajo con las bibliotecas móviles, que es como acercar el libro a la gente. Eso hay que volver a hacerlo con las escuelas, si de pequeño me vas a invitar a leer, voy a tener una gran información y conocimiento.
-¿Y el teatro?
- Creo que teníamos algo muy importante como los festivales Internacionales, a través de los cuales llegaban tantas formas distintas de expresarse. En Colombia lo hizo Fanny Mickey y aquí Carlos Giménez, dos personas argentinas que vienen de una cultura traída de Europa, donde hay una cultura del teatro. Yo que he vivido muchos años en España, tu ves los teatros en Madrid, llenos. Allí hay público para todo. ¿De dónde sale ese público? De qué pasa algo, en los barrios, en todas partes. Hay que ir a buscar a los autores, buscar que es lo que hay.
- En cuanto a los espacios, cómo deben manejarse. ¿Crees posible propiciar en la ciudad espacios de interés?
- El Trasnocho por ejemplo surge de una inquietud privada, de dos señoras que llaman a Moisés Guevara para que desarrolle el proyecto. Pienso que han logrado un gran trabajo. Pienso que debería haber más sitios como ese, pero dónde están los espacios. Fuera de eso los espacios son siempre los mismos, Teatro Ocho, Celarg, Aula magna, Teresa Carreño, Municipal, Corp Banca, Museo del Teclado. No hay más. Las casas de cultura serían tan importantes, los teatros en las ciudades del interior. Leí que se reabre el Teatro Juárez con Dudamel, pero cuando lo piensas, tanto esfuerzo para 600 butacas…
- Entonces, eso nos indica que los viejos teatros se están quedando pequeños en las grandes ciudades…
- Por supuesto, necesitamos crecer con ellas. Por eso es importante lo que he escuchado de la Rectora de la Universidad Central que piensa volver a sacar lo que fue el Aula Magna en su momento hacia Caracas. Uno iba a pasear al Jardín Botánico, a los espacios de la universidad, a ver sus maravillosas obras.
-¿Cómo ves el futuro?
- Hay que ser vigilantes de hacia dónde nos van a dirigir los que están a cargo del quehacer cultural, los que tienen el dinero, las posibilidades, los que tienen el poder, los espacios. La cultura no puede ser un código cerrado, no puede haber exclusiones, discriminaciones. La política no debe tocar los espacios culturales, hay que presentar variedad y que la gente saque sus propias conclusiones. Este es un gran país que se merece todo lo mejor. Cuanto más se acerca uno a la tercera edad más te angustia todo, cuando uno recuerda las maravillosas obras que uno tenía oportunidad de ver en el Museo Sofia Imber, uno desea que los jóvenes pudieran tener esas oportunidades. Por otra parte no olvidemos que son la cultura y el deporte las cosas que pueden alejar a la gente de la violencia.
Entrevista publicada en PUBLICARTE. junio de 2009
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