domingo, 1 de julio de 2012

Dimas González:


Dimas González:
EL ARTISTA TIENE UNA RESPONSABILIDAD CON LA SOCIEDAD.
Por: Ines Muñoz Aguirre.




Dimas González  inicia su carrera en la actuación con tan solo 18 años. Desde entonces ha transitado por el camino del teatro, resolviendo sus inquietudes creativas y estimulando a través de la docencia a los que sueñan con hacer del oficio casi un apostolado. Numerosos personajes han habitado su cuerpo demostrando con y a través de ellos lo serio de su elección. Este mes la cartelera del Trasnocho exhibe el nombre de una obra que está bajo su dirección.
_ ¿Como llegas a la elección de esta obra?
_ Es una de las obras de Fermín Reyna quien co-dirige conmigo el Teatro Itinerante y quien tiene una serie de obras que no ha publicado. Me dio La Entidad para que la dirigiera y me encontré con un texto que está basado en el proceso de Kafka, que habla sobre las estructuras del poder. No tengo dudas que va a dar mucho que hablar porque nos enfrenta  al tema del poder en general, en la familia, el poder en el trabajo, el poder que ejercen  los medios en sociedades donde los Medios de Comunicación tienen tanta importancia. El poder y la estructura de la tecnología, el poder político sobre todo en una época donde los equipos que dirigen las sociedades se pelean por tratarte como parte de su equipo o como un objeto si no lo eres.
_¿No crees que es uno quien permite al otro que ejerza el poder de forma a veces desmedida?
_ A través de esta pieza te haces una gran reflexión y te haces muchas preguntas. ¿Hasta donde tu cedes el poder para que otros hagan contigo lo que otros quieren?  También esta planteado que a veces se toma la decisión sobre cosas que tu no asumes porque tienes miedo, por falta de responsabilidad, por falta de claridad, porque no sabes de alguna manera que va a pasar después. No sabes que va a pasar cuando seas tu quien decida.
_ ¿ Como ubicas esta pieza en el momento país que nos ha tocado vivir?
_ En una sociedad como la actual, en un país que se divide a causa de una confrontación, esta obra nos da una lección sobre lo que debemos hacer y cuales son las decisiones que debemos tomar,  cuán títeres o marionetas somos de una sociedad, de un poder político o de un líder. Este es el momento fundamental para verla, para reflexionar sobre eso
_ Además de la preocupación por el momento país, que elementos del poder te han amarrado a lo largo de tu vida?
_Creo que indudablemente es algo que me ha preocupado y amarrado durante toda mi vida y que ha formado parte de mis obsesiones. Creo que debería ser la obsesión de todo artista que por encima de todo busca la libertad, tener la posibilidad de hacer y decidir de acuerdo a como piensa, siente y como ve la sociedad y cual es su responsabilidad.
_¿Consideras que el artista debe meterse en política?
_El artista tiene una responsabilidad frente a la sociedad. Uno de los ejercicios fundamentales de un artista es una actitud contestataria frente a la posibilidad de estar mal en una sociedad que de una u otra manera voltea a verlo para plantear sus angustias. El artista tiene que meterse en política, porque tiene una responsabilidad en la sociedad, tiene algo que plasmar, algo que decir, esta lleno de angustias y obsesiones que de alguna manera le preocupan. El artista debería ayudar a crear una sociedad más digna, mas respetable, mas tolerante. Ayudar a un pensamiento más limpio y ofrecer visiones distintas sobre las posibilidades de vida y la posibilidad de reflexionar.
_ ¿ Poder y política es lo mismo o coinciden en algunos puntos?
_ Yo creo que política y poder van muy ligadas en todos los sentidos y creo que el artista tiene que tener una actitud política frente a la sociedad, porque es asumir la responsabilidad que tiene como deber.
_ Es importante la  visión de unas marionetas que son manejadas por quienes tienen el poder. ¿Como evitar ser marionetas, o como salir de dicha situación?
_Yo creo que es importantísimo para el creador y el ser humano asumir las responsabilidades que te corresponden, eso te lleva a asumir tu propio liderazgo y dejas de creer que el que te va a solucionar los problemas está afuera. Si siempre estas esperando que sea el otro el que te resuelva los problemas y descubres que no te los resuelve entonces tienes la justificación perfecta para hablar mal, para despotricar, y para de alguna forma  dejar lo que te corresponde en manos de otro.
_ ¿ Responsabilidad e independencia van de la mano?
_ Por supuesto. Cuando tengamos conciencia de nuestro propio liderazgo, esos líderes que nos tratan como marionetas, que nos tratan como masa, como un territorio, a quien se le da un pedazo de tierra y se conforman, perderán su poder. No olvidemos que el poder político es muy amplio. Hoy, tal vez lo más fragmentando son los partidos políticos, hoy nos tratan con clasificaciones, este es escuálido, este es un chavista, se habla de territorios y yo creo que eso es una falta de respeto del político hacia el ser humano. Yo no soy un pedazo de tierra en el que vienes y puedes sembrar lo que te de la gana o por el contrario dejar que te sequen. Dejar que te traten de cualquier manera. Basta que un solo ser piense diferente para que te tengas que enfrentar a la falta de respeto de los políticos. Ahora esa falta de respecto tiene la magnitud de la dignidad que yo tenga como ser humano. La capacidad que tengo de tomar mis decisiones, asumir mis deberes y derechos en una sociedad.

EL DIRECTOR Y LA DRAMATURGIA
_¿Como Dimas el director se acerca a la obra y la propone en escena?
_Si hablamos directamente de La Entidad, te digo que Fermín ha buscado de muchas maneras como ser más efectivo en expresar lo que el quiere decir. Yo como director tengo que tratar de entender de una u otra forma que es lo que quiere el autor y a la vez tratar de ver en que punto, ese autor y yo congeniamos, ver donde coincidimos, lo que se une con mis fantasmas.
_ ¿ En esa especie de simbiosis quien prevalece el autor o el director?
_ Como Teatro Itinerante siempre hemos respetado mucho al autor porque es alguien que tiene una idea en la cabeza, es como una semilla que germina de pronto. Se necesita organizarla de alguna manera, escoges los textos y las palabras necesarias para decirlo y como director yo tengo que buscar como plasmar eso que el dramaturgo ha escrito aunado a lo que yo necesito decir a través de esa pieza
_ ¿ En este caso que aportes consideras que has dado desde el punto de vista de la dirección,  a la pieza?
_ Creo que he cambiado la visión del autor. En esta pieza hay dos payasos que no son dos payasos propiamente dicho, independientemente de que son tristes y que no tienen nada que ver con estar en un circo y con estar divirtiendo al público. Esa vida de payaso tiene que ver con la estructura de la que habla Fermín Reyna, porque a veces tenemos que tener unas máscaras pintadas para poder entrar a convivir en una sociedad terriblemente violenta, donde somos de una u otra forma los payasos que no están maquillados de payasos y los que no están en el circo. Hay cosas en la obra, donde por supuesto con la anuencia del autor he cambiado algunos textos como aporte a algunas escenas a nivel de imágenes y de lo que se quiere decir. Creo que hemos conformado un trabajo muy interesante que dará  mucho que decir dentro del teatro venezolano
_¿Como ves el movimiento teatral contemporáneo en nuestro país ?
_ Hay como muchas maneras de ver todo este movimiento teatral que se despega y que es producto de situaciones, de la ola y el movimiento político. Hay canales de televisión que ya no están y eso trajo como consecuencia que hay un grupo de actores que emigró hacia el teatro, eso hizo que un publico se acercara a ver a sus estrellas, galanes y galanas por decirlo de alguna manera. Somos dramáticos, nos gusta la telenovela como buenos latinoamericanos. Eso produjo un movimiento del espectador hacia las salas de teatro. Por una parte fue positivo porque sí es verdad que llevó mucha gente al teatro, pero por otra parte una cantidad de grupos serios del teatro desaparecieron porque las entradas subieron de precio, porque los actores de televisión se cotizaban mucho más alto. Desde mi punto de vista creo que eso trajo como consecuencia que ya a los grupos nadie los invitaba a la sala, perdieron el músculo, el corazón y aquel movimiento de los setenta y ochenta de teatro de arte se quedó atrás para que surgiera un teatro comercial que invadió las principales salas de teatro.
_ También cambió la infraestructura teatral...
_ Si, hablar de las salas principales de teatro es muy cómico también. Es un absurdo porque no hay salas de teatro. Te das un paseo por Maracaibo y solo te encuentras con que el Baralt existe hace muchísimos años, en Barquisimeto el teatro Juares tiene cien años y no se ha hecho mas nada. Las salas de teatro de Caracas son salas acondicionadas pero no son salas teatrales y las verdaderas salas se les da otro uso, desaparecieron. Tenemos salas de bolsillo, no hay tramoya,  no hay la posibilidad de iluminar un espectáculo, no se puede hacer una escenografía. La gente se queja que ahora todas las obras se resuelven con un sofá, una mesa y dos sillas, pero lo cierto es que en una sola sala hay tres y cuatro espectáculos en horarios distintos y lo primero que te preguntan cuando vas a una sala, es que si tiene mucha escenografía, si respondes que si, simplemente no va.  Yo he hecho teatro de arte toda la vida y creo que me niego un poco a participar de las corrientes, a lo mejor ahí soy un poco chapado a la antigua. Busco respetar la esencia del teatro, la responsabilidad, la ética del teatro, la función. Me pregunto qué queremos hacer con eso. Ahora se hacen cantidades de comedias y me llaman para que dirija y yo creo que el país no está como para comedias, cuando los políticos evaden la responsabilidad, los artistas evaden como creadores y consideran que meterse en política significa perder la mitad del publico dependiendo del bando al que pertenezcas y la verdad es que el arte se nutre de las miserias de la sociedad. Cuando Ibsen escribe Casa de Muñecas es un momento terriblemente conflictivo y problemático para la mujer. Picasso pinta el Guernica,  tal vez como un grito, una manifestación de protesta ante la guerra. Shakespeare hizo Romeo y Julieta al partir de dos familias que vivían en una eterna confrontación y escribió la más grande historia de amor. Cuando la sociedad está en problemas hay un caldo de cultivo para que el creador cumpla con su responsabilidad.
_ Vivimos bajo una dinámica distinta.
_ No hay duda. La época en que nosotros hacíamos teatro se empezó por estudiar que había escrito Chocrón, que había escrito Santana y la gente iba al teatro para ver que habían escrito ellos. Después vino la época de los grandes directores. Todo el mundo quería ver cual era la puesta de Carlos Giménez, o la del maestro Juan Carlos Genet, o Antonio Constante, a eso se agregaba la gente que venía de afuera y que aportó tanto con los encuentros y los Festivales Internacionales de Teatro. De alguna manera, nosotros también nos nutrimos de la inmigración de toda esa gente que vivió  el problema de las dictaduras en Latinoamérica y de la guerra civil española, nos nutrimos a nivel de formación. Yo vi desde Atahualpa del Chopo a Horacio Peterson, Ulive, cualquier cantidad de gente que venía como escapando de los conflictos y nosotros nos llenamos de eso. Después vino la época de los actores que es la que estamos viviendo, es para mi la menos reflexiva, la menos profunda. Ahora se va al teatro a ver un determinado actor, a ver una protagonista de televisión. Son los actores quienes te pidan que dirijas, o que escribas una obra para ellos, te dicen lo que quieren montar. Los actores dicen hacia donde van las líneas del teatro.
_¿Como juega con eso tu trabajo actual, con la búsqueda además de la risa fácil?
_Yo creo que el humor es algo indispensable y fundamental en el ser humano. No creo en la risa fácil ni en el chiste fácil, pero creo que el humor es parte de lo que debemos vivir. Yo creo que una obra sin el humor bien puesto no vale de nada. Incluso las tragedias tienen su dosis de humor, así como el humor está bañado de lo trágico. En esta obra yo he tratado de buscar acentos de humor pero permite muy pocas posibilidades de jugar con el. En esta última versión Fermín es más punzante, más incisivo. El juega con el lenguaje, y te lleva a hacerte  preguntas. La Entidad intenta rescatar el lenguaje que está tan perdido, tan deteriorado, porque una de las cosas que dignifica al ser humano es su lenguaje.

DIMAS CREADOR. DIMAS FORMADOR
_ ¿En tu caso hay una preferencia entre las diversas áreas que abordas a través de tu trabajo?
_No, son mis tres obsesiones, actuar, dirigir y formar. Me llenan, me siento realizado. Ayudan a mitigar mi hambre. Puedo pasar hasta diez horas trabajando y no me acuerdo de  mas nada, me producen placer, me liberan, producen una catarsis en mi, me entrego con facilidad, no tengo resistencia. Hacer cine me fascina. Estar ahí conectado con elementos reales, locaciones reales y cuando estoy en el teatro es otra cosa. Yo soy uno de los pocos actores que hice mi carrera en el teatro y el cine al mismo tiempo, así como inicie mi carrera en la formación. Me gusta meterme con lo creativo, con los problemas humanos. Saber como escrudiñar en las emociones, como facilitar el proceso para que alguien las haga conscientes en su cuerpo, para que construya un imaginario en un aquí y en un ahora. Crea vínculos con otros personajes y la necesidad de decir algo a través de ellos. Eso me fascina.
_ ¿Cuando no estás en eso en que estás?
_ Hago cosas para vivir. Leo incansablemente. Salgo muy poco de casa, porque cada ves me produce más placer quedarme en la casa. Veo películas.
_ ¿Que lees?
_ Libros que tienen que ver con lo que hago directamente, con el cine, con el teatro, pero también me gusta mucho la sicología y me meto mucho a estudiar los procesos terapéuticos, aparte de estudiar a los grandes creadores y los métodos de actuación. Estudio a Freud, a Jung, estudio todo lo que tiene que ver con terapia cognitiva, con comunicación, terapia neurolingüística y con comunicación asertiva. Creo que por encima de todo el artista es un ser que busca comunicarse asertivamente con los demás. Me he dado cuenta que esas herramientas no sólo están en el hecho dramático, sino que existe la posibilidad de buscarlas fuera. Hace cinco años me fui a estudiar los animales en su propio hábitat para buscar sus instintos primarios, como se cortejan, como hacen el amor, como se pelean, como se buscan y resuelven la vida. Eso tiene que ver en esencia como investigar al ser humano
_ ¿Has estado buscando la diferencia entre los animales y el ser humano, que encontraste?
_ Creo que la diferencia esta en esencia el recordar la posibilidad no de querer si no de amar de verdad, la búsqueda de la libertad, la posibilidad de tomar decisiones adecuadas, el crearte una línea que a veces te lleva a rechazar cosas que pueden ser muy apetitosas para ti, que puedan representar el éxito a nivel económico pero que por principio o por valores tienes que decir, no. Yo creo que hay cosas en las que te dices esto no me va a dejar dormir y yo prefiero dormir tranquilo, sin basuras en la conciencia. Después, otro elemento diferenciador es el lenguaje, el hecho que estemos hablando aquí, el oír tus preguntas, el hecho de que estemos hablando aquí, el querer saber que habita dentro de ti con tus preguntas, que insinúas con ellas, y que es lo que callas. Eso para mi es la gran diferencia entre el ser humano y el animal. Además hay otra gran diferencia el ser humano tropieza dos y tres veces con la misma piedra y allí nos lleva algo de ventaja el animal quien parece que no lo hace.
_ Finalmente, en ese proceso de sentimientos y emociones, uno de los momentos mas duros para un director es el de la noche del estreno, cuando su trabajo parece llegar a su fin, como te enfrentas a ello?
_ Este trabajo ha sido muy interesante, ha re-impulsado una energía en mi a lanzarme a lo nuevo. Una semana antes de entrar a la sala les digo a los actores que llegó la hora de matar al director. Yo lo hago como actor, esté haciendo cine o teatro es la forma de tomar de forma responsable y absoluta lo que hago. Así que como director intento despegarme, no me afecta tanto. Yo desde lejos contemplaré ese proceso, como se va modificando porque el es perfectible en el tiempo y sólo vamos a saber como es, cuando tengamos todos los ingredientes de la torta que incluyen el 25% que para mi, aporta el público. Pero hago una reflexión profunda de lo que he logrado porque trabajo de una forma responsable y antes de que se abra el telón yo tengo mi propia conclusión. Eso me da cierta tranquilidad, porque sé que voy a dejar de mi en ese espectáculo y para el espectador, porque creo que por encima de todo uno deja en cada trabajo una parte de ti que se va pero que también vas a recibir. Te vas a alimentar para hacer algo nuevo, porque mi mejor trabajo es lo que estoy terminando en este momento y luego, lo que voy a hacer

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