miércoles, 24 de junio de 2009

Solveig Hoogesteijn :


La cultura es el alimento del espíritu

Por: Inés Muñoz Aguirre

Es habitual para los asistentes al Centro Cultural Trasnocho ver pasearse entre ellos a Solveig Hoogesteijn; la misma de Manoa, Macu la mujer del Policía, Santera o Maroa, quien además con

ese nombre que reúne sus orígenes en los que se funden Suecia y Alemania, se convierte en una mujer inconfundible. Para quien ha seguido su trayectoria, ya se sabe que además, su experiencia la ha llevado a sumarse un éxito importante en la gerencia de ese espacio por el cual se desliza, supervisando el mínimo detalle, observando al público que entra y sale de las diversas actividades y descubriendo siempre un elemento que puede ser importante para el sector cultural del país.

- ¿Qué es la cultura?

El concepto de la cultura ha cambiado enormemente, para mi, incluye los video juegos, la gastronomía, incluye la lengua, la moda, todo aquello que define la expresión de un país, sea ella directa o indirecta a través de un lenguaje artístico.

- ¿Cómo ha evolucionado la gerencia cultural?

En Venezuela tenemos una tradición de gerencia cultural subvencionada por el Estado, a través de instituciones, en sus inicios como el INCIBA, después el CONAC, las gobernaciones y sus centros de cultura, el Congreso Nacional y la Cámara de Diputados que tenía una comisión de Cultura, es decir, siempre fueron los dineros públicos los que hicieron posible el hecho. Esto unido a pequeños esfuerzos, que podríamos ubicar en un 10 o en un 20% que era auspiciados por privados. Nunca antes en Venezuela, se entabló conscientemente, que yo sepa, un esfuerzo de levantar un Centro Cultural sin subvención alguna, es decir, un centro que por la oferta que da al público y por la calidad de servicio tanto programático como físico, en lo que se llama mantenimiento de las áreas públicas, baños, limpieza, servicio de estacionamiento, seguridad, atrajera a la gente de manera que fuera el público el que sostuviera esa actividad cultural.

- ¿Cómo se inserta en esa evolución lo que ha sucedido con el Centro Cultural Trasnocho?

- El Centro Cultural Trasnocho que es un concepto que iniciamos hace casi 7 años, fue en un inicio una gestión difícil, sin duda alguna, era un concepto nuevo, con un equipo de gente muy reducido, seguimos siendo un equipo gerencial y de empleados muy reducido, lo cual significa una alta dedicación y una alta experticia en cada una de las áreas. Esa es una condición sine qua non, si tu tienes pocas personas tienen que tener una excelente formación profesional para poder llevar a cabo una tarea así y mantener los niveles de excelencia, porque hay otra tradición muy venezolana que es inaugurar con bombos y platillos grandes megaproyectos y a los 5 años están colapsados. Nosotros preferimos ir creciendo poco a poco, empezamos con dos salas de cine, un teatro, dos restaurantes y una tienda de discos. Hoy en día Trasnocho Cultural tiene cuatro salas de cine, tiene un bar en el lobby del teatro, un centro de yoga, una sala de exposiciones y una tienda de chocolates de fabricación propia. Pronto se va a abrir un proyecto de venta y degustación de vinos y accesorios. Hemos crecido porque también hemos abierto el espacio plural, dedicado a la formación y al teatro experimental. Surgieron ideas tan interesantes, de parte de la gerencia y de la dirección artística del teatro de duplicar las funciones, por ejemplo a las 8 y a las 10, los viernes y sábados; lo que en un inicio nos pareció una temeridad por la inseguridad que reina en la ciudad, permitió demostrar que si la obra presentada era atractiva, igualmente venía el público. Esto al lado de presentar teatro infantil los fines de semana, lecturas dramatizadas que fue otro programa que iniciamos nosotros y que sostuvimos durante año y medio, más la enorme cantidad de festivales que no sólo se presentan en nuestros cines, sino que se inauguran aquí.

- ¿Cómo ha sido el programa de promoción?

- El público sabe que no solo puede chequear en nuestros periódicos cual es la programación, sino que existe por ejemplo nuestra página web en la que se refresca semanalmente la información y un desplegado mensual. En realidad, nosotros dedicamos poco dinero a la inversión en promoción porque estas herramientas promocionales, han sido suficientes para garantizar la operatividad.

- ¿Qué ha significado la independencia económica?

- Yo creo que esa independencia del subsidio significa no sólo un nuevo concepto de gerencia, sino que también significa una independencia programática que consideramos muy importante. Aquí vienen tanto artistas Venezolanos que viven en Venezuela o el extranjero, como artistas de cualquier parte del mundo a querer exponer sus obras en la Sala TAG, como vienen productores de teatro venezolano que presentan sus propuestas. Hemos tenido tan buena respuesta que ya estamos llenos hasta el año 2010.

- ¿Cuáles son las ventajas que ven aquí?

- Yo creo que el servicio que se le presta tanto al artista que expone, como al grupo teatral que trae sus propuestas, hace que salgan muy satisfechos, por la trasparencia y por la gestión eficiente que perciben aquí. Lo cual también significa, las pequeñas atenciones en camerino, los montajes impecables en la Sala de Exposiciones, eso significa el apoyo de los medios, porque hay aquí una jefe de prensa y significa una sinergia muy interesante entre los distintos proyectos que funcionan aquí, que además tienen una dinámica propia. Es decir, aquí hay una gerencia moderna, muchas veces se tiene un prejuicio que yo considero muy tonto, de que las asociaciones civiles y las fundaciones no deben estas capacitadas para hacer ganancias; es todo lo contrario, lo interesante de este tipo de organización es que las ganancias no van a manos individuales sino que son revertidas sobre el proyecto mismo. No existe el lucro sino un proyecto que va creciendo. Eso además nos ha permitido tener programas de formación para las Escuelas públicas, que vienen aquí los viernes en la mañana a ver películas muy bien escogidas, las cuales son donadas por los distribuidores; el programa social más importante que son los talleres de formación a precios muy asequibles y un tercer programa social que es un programa de radio que se llama “Haciendo caminos” en el cual entrevistamos a todos los actores de la sociedad dedicados al desarrollo en Venezuela. Eso va desde Fe y Alegría a los Círculos Bolivarianos y terminando en fundaciones de muy joven data.

- ¿Cómo crees que es percibido este manejo de la gerencia, en aquellos que siempre han defendido que si el Estado no los ayuda no pueden seguir adelante?

- Yo creo que en términos generales como muy positivo, sobre esa independencia tanto financiera como programática que significa un proyecto así, por otro lado hay algunas áreas que sin duda alguna necesitan de subsidio; si montas una obra de más de dos o tres actores con un gran dispositivo escenografico, yo estoy segura que ellos necesitan de subsidio, para que sus actores, vestuaristas, maquilladores, etc.; puedan vivir de su oficio.

- ¿Cómo ves el caso del Ateneo de Caracas, es bueno hablar en su caso de un proceso de re-ingeniería?

- El Ateneo de Caracas viene de una etapa en la que el Estado, de hecho, subsidiaba el hecho cultural en el país con mucha eficiencia, yo pienso que mantener tres teatros como lo hace el Ateneo, es sin duda alguna mucho más cuesta arriba que mantener una sola sala de teatro, más una sala experimental que no cumple con todos los requerimientos que nos gustaría poder tener en cuanto a la presentación de obras teatrales. Además, debemos pensar que el concepto del Ateneo, que tiene una radio, es otro elemento más que posibilitaría una reingeniería si tuviera un alcance suficientemente amplio. Yo si creo que el Ateneo de Caracas no es solamente un edificio que pudiera estar en peor o mejor estado. Es una obra sostenida de muchísimos años, ante la cual me quito el sombrero, que tiene proyectos tan importantes como los festivales internacionales de teatro, que no pueden funcionar sin subsidio.

- ¿Como ves la posibilidad que después de esta experiencia positiva, el Trasnocho proyecte su experiencia hacia los otros centros culturales, en vías de que en la ciudad se pueda llegar a contar con varios centros con la misma efectividad, con que se cuenta con el Trasnocho?

- Yo creo que ya están surgiendo en muchos sitios de la ciudad, Corp Group por ejemplo es una propuesta interesante donde se presenta prioritariamente música, algo muy acertado porque hay como especializaciones. Yo creo que el espacio de Los Galpones en Los Chorros, es un proyecto que va viento en popa y que es maravilloso y que también es de iniciativa privada y sostenible; el estudio de Roberto Mata; La Carnicería. Están surgiendo nuevas propuestas, quizá como respuesta al cese del subsidio

- ¿Es decir, qué podríamos pensar que ese cese es positivo?

- Yo creo que en la vida, todo lo que se te presenta en el camino lo puedes interpretar de dos maneras; negativa, el vaso está medio vacío, o positiva, tengo un vaso medio lleno. Si yo me veo ante un conflicto, yo tengo unas nuevas alternativas y está en mí ser creativa y buscarle una solución a una nueva situación. Yo creo que el auge que está viviendo la cultura en Venezuela, eso es un hecho. Hay más publicaciones, mira la publicación de ustedes; ¿Cuántos libros se están publicando? Y tu dices, bueno si el papel está tan caro ¿cómo están surgiendo tantas editoriales independientes que están publicando sostenidamente? Uno siente que hay como un hervidero y que están surgiendo propuesta interesantes por todos lados…

- ¿Y cómo ves ante eso al público venezolano?

- Yo creo que aquí hay para todo. En algunas áreas puedes encontrar un público exquisito, muy bien formado y en otras áreas un público con una educación que deja mucho que desear, pero te vas a encontrar con que hay en el público venezolano siempre un gran entusiasmo. Aplaude con gusto, le gusta disfrutar y gozar, creo que esa es una característica que me llama muchísimo la atención cuando lo comparo con el público de otros países. Hay muchos artistas extranjeros que vienen aquí, que dicen que quieren especialmente al público venezolano por el afecto que siempre expresan por el entusiasmo. Cuando en otros ámbitos te puedes encontrar con una distancia crítica y un enjuiciamiento, aquí el público espontáneamente es muy asertivo. Aquí en el Trasnocho he notado unas capas de publico que a mi me desconciertan, por ejemplo, los ciclos de opera se llenan. Hay una gran necesidad en el venezolano actual de alimentar su espíritu, de aprender, tener conocimiento, vivencias…

- ¿Hay más público?

- Yo si creo que se ha ido ganando un público. Esa es una relación dialéctica, si tu no ofreces nada, tampoco vas a lograr y en la medida que ofreces; si es bueno, el público va a ir creciendo y creo también que hay una necesidad de interpretarnos ¿Dónde estamos parados? ¿Qué nos está sucediendo? ¿Históricamente que le está sucediendo a Venezuela? Necesitamos entendernos. Ese trabajo de entendernos es el trabajo de los intelectuales, de los artistas, de que yo como ciudadano pueda tener más elementos para interpretarnos, entonces, yo creo que a eso se debe el movimiento que hay. Se ha aprendido a aprovechar más la infraestructura existente.

-¿Crees que ha contribuido la incorporación de los artistas de televisión al teatro, superando aquellos viejos esquemas que los de teatro eran de teatro y los de televisión eran solo de televisión?

- Yo creo que los directores de teatro se han dado cuenta que si tienen una estrella de televisión en su obra, aquella gente que no tiene la costumbre de ir al teatro, va a ver a ese actor en carne y hueso, es decir que si le gusta, ya captaste a esa persona para ir al teatro. Así va creciendo el público.

- Eso contribuye a realizar una sumatoria…

- Claro, es la suma de muchos esfuerzos, creatividad. Si algo tiene como virtud el venezolano, aunque a veces se puede transformar en un pecado terrible, es la improvisación, es inventar sobre la marcha soluciones…

- Siempre has hablado de la necesidad de acercarse al barrio, de ahondar en su cultura y que ese barrio se manifieste en su creatividad, ahora ¿Cuan cerca o cuan lejos estas del barrio y como lo puedes integrar a esa gerencia que has demostrado aquí adentro?

- A mi me encantaría, por ejemplo, abrir un centro cultural, distinto a este sin duda alguna, en el oeste de la ciudad, con un perfil educativo mucho más fuerte, igualmente con el gancho del entretenimiento que creo muy importante, pero no he tenido suerte en mi intento de hacerlo. Yo creo mucho que detrás de toda obra hay una persona que tiene una idea fija y una misión en la que cree, no es fácil llevar adelante un proyecto así, porque tendrías que repensar totalmente para ese público al cual tu quieres llegar y cual es la creatividad de ese público si lo quieres integrar al hecho creativo cultural. Es un perfil muy distinto al de Trasnocho Cultural y la verdad es que si yo me pudiera clonar…

- Pero, ¿A qué te refieres cuando dices que no has tenido suerte?

- Cuando he llevado el proyecto a las instancias que pudieran darle el primer empujón que necesita un proyecto así, no me he encontrado con las puertas abiertas. No he encontrado suficiente interés en ese proyecto. Podría suceder que copien un proyecto así, lo cual a mi no me molesta porque las ideas sobran, lo interesante sería que lo hicieran

- ¿Y ese proyecto lo has llevado a instancias públicas o privadas?

- Publicas

- ¿Y los privados no pudieran interesarse?

- Creo que la autogestión de un proyecto así tomaría mucho más tiempo; es decir que necesitas un brazo financiero mucho más largo. Necesitas mínimo tres años de subvención. Porque lo educativo no tiene el mismo rendimiento financiero que puede tener el espectáculo, el entretenimiento y el poder adquisitivo de la clase a la que tu quieres dirigir un proyecto así, lo que te lleva a adecuar los precios al poder adquisitivo de ese público, porque sino no estas haciendo nada.

- Después de tantos años dedicada al cine ¿Cómo es que llegas a estar detrás de este escritorio?

- Eso empezó porque yo organicé para otra fundación, Funda Visual latina, innumerables festivales de cine, de cortometraje iberoamericano, innumerables concursos de guiones, con la sinergia de otras instituciones. A mi me ha gustado moverme buscando aliados. No en el término de exclusividad, hay que abrirse hacia otras instituciones especializadas, que pueden contribuir. Así vas impulsando proyectos, nosotros hicimos el primer encuentro de la telenovela latinoamericana, en el Hotel Tamanaco. Hicimos varios festivales de cine latinoamericano, con jurado de lujo, mundiales. Festivales de cine venezolano, cuando ya no se hacía el Festival de Mérida. Hicimos concursos de guión. Tu descubres que en las universidades hay verdaderos hervideros de nuevos talentos que vale la pena propulsar. Hay que ubicarse y ver en que contexto estoy y que puedo hacer y qué me garantiza el éxito. Eso significa saber quien es tu público, cómo te diriges a él, que programación debes tener y que gente debes tener que realice un trabajo excelente, porque trabajar en la cultura significa trabajar los fines de semana y en las noches, cuando los otros van a divertirse. También tiene que existir la vocación y el goce que le produce a una persona lo que le gusta hacer. Ese entusiasmo, el amor por el oficio es algo que hay que sembrar.

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